La Guardia Civil reconstruye el crimen de Paz Fernández Borrego

El autor confeso del crimen de la gijonesa Paz Fernández Borrego, ocurrido el pasado mes de marzo, ha abandonado por unas horas su reclusión en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, donde permanece privado de libertad desde el mes de abril. Javier Ledo ha regresado a la vivienda del centro de Navia en la que presuntamente acabó con la vida de la mujer, de 43 años y madre de dos hijos, para asistir a la reconstrucción del crimen. Acompañado por varios efectivos de la Guardia Civil, ha llegado a las 11.10 horas al domicilio ubicado en la confluencia de las calles Hospital y San Francisco. Vestido completamente de negro y zapatillas deportivas de color azul, con el pelo rapado y perfectamente afeitado, su aspecto evidencia que ha ganado algo de peso durante su estancia en prisión.

El autor confeso de la muerte de Paz Fernández Borrego ha entrado esposado a la vivienda a la que posteriormente han accedido la magistrada del Juzgado de violencia contra la mujer de Gijón, Estrella González, que lleva el caso, los abogados de la defensa y acusación, agentes judiciales y efectivos de la Benemérita. En total, cerca de 30 personas que han permanecido cuarenta minutos en el interior de la casa. A continuación, Ledo ha sido conducido al embalse de Arbón, donde la comitiva ha hecho dos paradas. En primer lugar, en el punto donde el pasado 6 de marzo un vecino de Luarca descubrió el cuerpo de la gijonesa flotando inerte en el agua. Fueron apenas diez minutos. En segundo lugar, a la zona donde supuestamente arrojó el cadáver de Paz Fernández desde la carretera AS-25, junto al arroyo de La Pontiga, a 12 kilómetros de Navia.

Ya en torno a la una y media de la tarde han vuelto a la capital naviega. Ledo ha sido conducido al aparcamiento en el que se localizó el vehículo de Paz Fernández Borrego. Allí se le ha visto gesticular mientras daba explicaciones a la jueza.