LUCÍA RAMOS
Domingo, 9 de septiembre 2018, 05:57
El cielo se tornó gris y la tarde amenazaba tormenta en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa, adonde la Familia Real se dirigió tras descansar un poco de la intensa mañana vivida en el Real Sitio. Sin embargo, pocas cosas iluminan ... más que la cara de felicidad de un niño, y ayer, por unos minutos, los Lagos de Covadonga, los pastores cangueses y su especial regalo hicieron que Leonor y Sofía, amables y correctísimas durante toda la jornada, recordasen que en el fondo son eso: niñas. Lo demostraron primero durante el empinado ascenso al nuevo Mirador de la Princesa, que la futura reina se encargó de inaugurar para conmemorar los cien años de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el primero de toda España.
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La primera en coronar fue la reina Letizia, demostrando su buena forma. Le seguían, a paso ligero y alegre, sus dos hijas para unirse a ellas segundos después el monarca. Todos ellos habían cambiado sus atuendos de la mañana por otros más informales y mucho más apropiados para una excursión por la montaña. Una vez arriba, los cuatro tardaron unos segundos en reaccionar. Y es que no es para menos, pues la vista que ofrece este nuevo balcón, con el lago Enol a sus pies y las escarpadas cumbres de Picos coronando, es de las que quitan el hipo. «Esto es precioso, es simplemente espectacular», acertaron a articular los Reyes.
Pero si lo de arriba fue emocionante, lo que les esperaba abajo, en la base del mirador, no se quedaba atrás. Una decena de pastores de la Montaña de Covadonga, encabezados por el regidor de pastos, José Antonio García, acababan de subir caminando desde la orilla del Enol con el regalo que los vecinos de Cangas de Onís había preparado para la princesa Leonor y la infanta Sofía. Ambas niñas lo sabían e, incluso, ya habían bautizado a la preciosa yegua casi negra, de la raza de la montaña asturiana, con la que los pastores quisieron transmitirles un poco de su mundo. Sin embargo, la imponente presencia de 'Xana', una hembra de siete años nacida y criada en la Montaña de Covadonga, superó todas sus expectativas y la ilusión se dibujó claramente en el rostro de unas pequeñas acostumbradas a regalos mucho más serios y formales. «Les encantó, les hizo muchísima ilusión», manifestó orgulloso el criador del animal, José Miguel González, conocido por todos en Cangas como 'Pepín el de La Riera'. «Doña Leonor practica equitación y le gustan mucho los caballos, quedó prendada», relató, e indicó que también a los Reyes les gustó el regalo. «Dijeron que es muy original, muy identitario y diferente de lo que suelen recibir», agregó. 'Xana', indicó, está preñada. «Seguramente la cría venga en abril y sería estupendo que pudieran venir a verla. Ellas dijeron que les encantaría mantener el contacto y visitar a la yegua de vez en cuando», aseveró.
Pero a la yegua asturiana no le quedó más remedio que compartir protagonismo con la simpática Jade, la nieta de un año de 'Pepín el de La Riera', quien encandiló a todos los miembros de la famila. Doña Leonor se atrevió a cogerla, con una enorme sonrisa dibujada en el rostro, y la Reina también se deshizo en carantoñas con la niña antes de despedirse de todos los presentes y poner rumbo al lago Ercina, donde terminaron su periplo por los Picos de Europa.
Como ya hicieron en Covadonga, los Reyes, la Princesa y la Infanta no escatimaron en buenas palabras y afectuosos saludos con todos los presentes en el acto vespertino. Los primeros en recibirles fueron los estudiantes del colegio gijonés Codema, varios componentes del Club Atletismo Cangas de Onís y un grupo de scouts llegados de Avilés. Todos ellos llevaban varias horas en Picos, pues habían acudido ya por la mañana a realizar una excursión por la zona de los Lagos. «La princesa es guapísima y muy amable y el Rey es muy simpático, incluso nos hizo bromas, aunque aprieta mucho al dar la mano», comentaban los jóvenes tras saludar a la familia y tomarse una foto con ellos. También los trabajadores del parque y las autoridades locales intercambiaron unas palabras con los Reyes y sus hijas.
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Una vez concluido el acto, el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, hacía balance de «una jornada histórica. El acto de la Santa Cueva fue precioso, con un carácter humilde. Como unos asturianos más, sus Majestades y sus Altezas visitaron a la Santina», explicó. Se mostró emocionado con «cómo se volcó con ellos toda la gente que subió a Covadonga haciendo uso del transporte público» y terminó valorando «la conexión» que se ha creado entre la Casa del Rey y el concejo cangués gracias a la yegua 'Xana', «que seguirá pastando en la Montaña de Covadonga, donde se crió».
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