Educación se compromete a flexibilizar los tiempos en la adaptación a la Lomloe

La consejera de Educación, Lydia Espina, ha querido transmitir, por un lado «el apoyo incondicional a los docentes en la implantación de la nueva ley educativa» y, por otro, la intención de «flexibilizar los tiempos». Así lo ha hecho saber tras la reunión de planificación del curso escolar 2022-2023 mantenida con los directores de los centros. Un encuentro que se ha retomado tras dos años de pandemia en las dependencias del Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo. La jornada, organizada en tres sesiones por niveles educativos, ha servido para clarificar los cambios de este nuevo curso, tanto los concernientes a la implantación de la Lomloe en los cursos impares como los vinculados a la nueva situación sanitaria. «Estamos contentos de volver a la normalidad y esperamos que no haya que dar ningún paso atrás», ha apuntado Lydia Espina en referencia a la eliminación de las restricciones sanitarias en los centros educativos. En la práctica, ello supone que se permite la interacción de grupos de convivencia estable, que se elimina la necesidad de mantener la distancia interpersonal para comedores, así como la obligación de ventilar, que se transforma en una recomendación.

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La consejería ha anunciado que el proceso de acreditación de la competencia digital docente arrancará este primer trimestre y se ejecutará «en cascada». Es decir, los 100 docentes que se formarán en este ámbito a partir de septiembre dirigirán la capacitación de los 1.500 profesores que la consejería fija como objetivo a alcanzar en el segundo trimestre. Lydia Espina también ha precisado que se abrirán pruebas por libre para aquellos profesionales que tengan una competencia digital que acreditar. «Si algo nos ha dejado la pandemia es lo mucho que hemos avanzado en materia digital», ha expresado Espina.

Otra de las novedades del curso tiene que ver con la atención a la diversidad en los centros. En concreto. la consejera ha hecho mención al incremento de 15 plazas estructurales, a la puesta en marcha de unidades de acompañamiento y a la apertura de otras cinco aulas abiertas como medida de transición para los estudiantes con trastorno del espectro autista. Además, a partir de septiembre la consejería pondrá en marcha un programa de cribado para identificar a los alumnos de altas discapacidades en el primer curso de Primaria. A partir de ahí, se hará un diagnóstico de la situación en la región, de cara a mejorar la respuesta educativa desde etapas tempranas.

En cuanto a los libros de texto, Lydia Espina ha aclarado que la decisión de cambiarlos o no es competencia de cada centro. Ha recordado que la dotación del Principado destinada a la beca de los libros ha sido de 1, 7 millones de euros este año. Una cuantía «con margen de mejora» y que su departamento espera poder incrementar con el objetivo de «llegar a más familias» y que estas, en caso de que el centro escolar decida cambiar de libros, puedan asumir ese gasto.