Barbón y Revilla se reunirán con la ministra por el fiasco ferroviario: «Puede haber más ceses»

«Ayer por la tarde estuve hablando de este asunto con el presidente Miguel Ángel Revilla«, desveló su homólogo asturiano, Adrián Barbón. «Estamos alineados completamente y hemos exigido a la ministra una reunión para abordar in situ el caso. Será el lunes 20 de febrero«, informó. Transportes »está haciendo una evaluación de las responsabilidades y probablemente pueda haber más ceses«, deslizó.

El presidente del Principado sostuvo que se enteró del caso «con la lectura de los medios de comunicación». La noticia de que el encargo se estaba retrasando por un problema en las dimensiones de los trenes que no encajaban con el gálibo de los túneles fue publicada por EL COMERCIO el 24 de enero. Ese mismo día Barbón compareció en rueda de prensa junto a la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, quien a preguntas de este diario confirmó que el problema de gálibos, que Renfe y el constructor habían discutido por el diseño y que terminar de fabricar las unidades llevaría «entre dos y tres años». Fue una comparecencia larga en la que, anteriormente, la expresidenta de Adif también tuvo que explicar las diversas razones que demoraron la construcción del modelo de alta velocidad Avril, y los retrasos en su homologación.

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«En aquella rueda de prensa Pardo de Vera contesta, hace referencia a los desajustes y yo no la interpreté como que el problema fuera que los trenes no entraban por los túneles, sino que era un problema de falta de chips o materias primas. El escándalo de saber que era porque no entraba en los túneles se descubre en los medios y luego hablando con el presidente de Cantabria», expuso esta mañana Barbón. El presidente, por otra parte, se ha mostrado prudente ante el hecho de que la ministra anunciara ayer que la variante de Pajares abriría este verano. «Entiendan mi descreimiento. Voy a ser muy prudente. Hasta que no tenga una fecha oficial en marzo o abril, no doy por buena ninguna», indicó.

Otra de las derivadas del caso atañe al préstamo concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a Renfe para financiar la construcción de los trenes. Tal y como hoy publica EL COMERCIO en su edición impresa, el crédito fue aprobado en 2019, es de 150 millones, y «está siendo desembolsados de forma flexible en base a las necesidades específicas del proyecto», según especificaron a este periódico fuentes del organismo.

En el Congreso el PP ha reclamado la dimisión de Pardo de Vera y puesto en duda las ayudas europeas. En los pasillos del hemiciclo la ministra Raquel Sánchez ha aclarado que no hay tales subvenciones, pues el acuerdo con el BEI es un préstamo. Desde Renfe confirman haber informado al banco de la UE de las dificultades que estaban teniendo para materializar las unidades y de la «necesidad de ampliar los plazos del proyecto», según informa la operadora. «Renfe y el BEI han acordado que ni es necesario renegociar el proyecto de financiación y que, en todo caso, extenderán la fecha de finalización del mismo para su adaptación al proceso de entregas de los trenes», subraya la empresa pública.

La actualidad del fiasco ferroviario pasa esta tarde por una cumbre en Santander donde representantes del ministerio, Renfe, Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria se reunirán con consejeros de los gobiernos de Cantabria y Asturias para detallar el origen de los problemas y la solución acordada.