Embajadores para la sidra asturiana

Asociaciones, colectivos, ayuntamientos, profesionales de la cultura, la música, el arte, la gastronomía, deportistas, hosteleros y empresarios demostraron ayer su unión frente a un objetivo común; conseguir que la cultura sidrera sea reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.

El Principado celebró ayer una espicha en el Llagar Trabanco, en Sariego, en la que acreditó a los primeros embajadores, 134 personas y entidades que se encargarán de recabar adhesiones a la iniciativa, entre los que se encuentra EL COMERCIO. Gestionarán un libro de firmas de apoyo, se encargarán de la coordinación para la recogida de apoyos, de la distribución de distintivos en establecimientos hosteleros y comercios y de la difusión de materiales informativos y promocionales. Además, recibieron un encargo. El día 16, a las doce del mediodía están llamados a celebrar la primera acción en sus respectivos municipios.

«El reto no es sencillo, pero es posible, sobre todo si confiamos en nosotros mismos y en nuestra capacidad; ¿cuándo hemos tenido las cosas fáciles los asturianos y cuándo se nos ha puesto algo por delante?», señaló la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez. Asimismo, destacó que «la cultura sidrera es una seña de identidad, forma parte de lo que es ser y sentirse asturianos» y matizó que «la sidra de Asturias y su forma de elaboración y consumo, con el escanciado, son únicos, hay otras regiones que la elaboran, pero ninguna ha sido capaz de mantener la esencia y al mismo tiempo innovar».

Por su parte, Rubén Rodríguez, encargado del diseño de la página web de la candidatura, explicó que ya se han reunido más de 2.000 firmas de apoyo en todo el mundo y Tino Cortina, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias, apeló al apoyo unánime para lograr el reconocimiento. «Antes de llegar a la Unesco, nuestra candidatura debe pasar el filtro nacional, los asturianos, que demostramos una vez tras otra nuestra solidaridad incondicional, debemos pedir en esta ocasión el favor a nuestros vecinos, de los que no esperamos menos para esta causa», instó. Y añadió que «es cuestión de convicción y decisión que no se nos pase este momento, se trata de una carrera de fondo pero hay que ser ambiciosos y tomar medidas de salvaguardia que garanticen la pervivencia de nuestras costumbres». Entre los asistentes a la espicha, la unidad en torno a la sidra, el sentimiento asturiano y la tradición fueron los principales argumentos esgrimidos para defender la candidatura. «Todo lo que sea dar a conocer lo nuestro y aportarle un sello de calidad es bueno, si además viene ratificado por la Unesco, sabemos que es algo para siempre, dejamos las raíces bien plantadas para el futuro», apuntó la guisandera Viri Fernández. Y Sandra Cuesta, presidenta de la Mancomunidad Comarca de la Sidra, señaló que «la cultura sidrera es nuestra seña más internacional, forma parte de la idiosincrasia asturiana y es lo que mejor representa nuestro carácter».

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