«María Begoña cuidó a sus padres hasta que fallecieron; era muy buena»
María Begoña Miranda. 55 años, Soto del Barco ·
La mujer, que se dirigía desde Soto del Barco a Gijón para encargarse de su único nieto, había superado un cáncer de mamaMaría Begoña Miranda. 55 años, Soto del Barco ·
La mujer, que se dirigía desde Soto del Barco a Gijón para encargarse de su único nieto, había superado un cáncer de mamaDAVID SUÁREZ FUENTE
SOTO DEL BARCO.
Miércoles, 5 de septiembre 2018, 01:02
Casada y con tres hijos, María Begoña Miranda Herrero, de 55 años, natural de San Martín de Luiña, en Cudillero, y vecina de Soto del Barco, era, según recodaban ayer sus vecinos, «muy buena persona». «Cuidó de sus padres hasta que fallecieron», ... apostillaba una vecina de San Martín de Luiña, que añadía que sus progenitores murieron hace algo más de un año con pocos meses de diferencia. La fallecida solía acudir cada día desde Soto del Barco a San Martín de Luiña para ver a sus padres, que junto a su hermana y su hermano se encargaron de cuidar hasta que ambos fallecieron. María Begoña Miranda se dirigía en autobús a Gijón a cuidar a su único nieto.
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Había superado un cáncer, pero el destino hizo que en la tarde del lunes perdiese la vida en este trágico accidente. Además de dedicarse a cuidar a su familia, también trabajó «en el bar El Rosal de manera temporal», recordaba una vecina de San Martín de Luiña. «También limpiaba diferentes viviendas, aunque siempre estuvo dedicada a lo que más quería, su familia». El accidente ha dejado una profunda huella entre los vecinos: «Es una tragedia para el Bajo Nalón», dice una amiga de su hija, de Soto del Barco.
Los lamentos por el fallecimiento de María Begoña Miranda también se escucharon en San Martín de Luiña, donde todos los vecinos lamentaban lo ocurrido. «El sábado estuvo en el pueblo», recuerdan en uno de los bares, donde se había visto a su marido. «Vino a limpiar la casa», que se encuentra en el barrio de Las Canaleas, en la que reside su hermano, al que visita con asiduidad. «Suele venir los fines de semana», añade otro de los vecinos. La familia de María Begoña era muy querida no solo en San Martín de Luiña, donde participaban cada año en las fiestas parroquiales con toda la familia, sino en todo el concejo, ya que sus hijos colaboraban en la organización de diferentes actividades culturales y deportivas.
El tanatorio de Cudillero, donde se encuentra su cuerpo, se quedó ayer pequeño para recibir la visita de centenares de personas, que durante toda la jornada quisieron acudier a dar el pésame a sus familiares y amigos. Vecinos que recordaban numerosas vivencias con esta vecina a la que muchos calificaron de «ejemplar». El funeral por su eterno descanso tendrá lugar a las 17.30 horas de hoy, en la parroquia de San Martín de Luiña. Acto seguido recibirá cristiana sepultura en el cementerio local.
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