Asturias rinde tributo a Dámaso, un héroe de la Guardia Civil

«Todavía nos dijo el jueves, 'tened cuidado, que un día os llevan por delante'. El jueves, hace tres días, cuando coincidimos en el caso del kamikaze de Oviedo, y mira dónde estamos hoy. Al que se lo llevaron por delante fue a él».

La voz se le entrecorta. Es un agente de la Policía Local de Oviedo y espera, como el resto de sus compañeros, la llegada a la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, colindante con su sede, del coche fúnebre que lleva los restos de Dámaso Guillén. Camino de la capilla ardiente que la Guardia Civil ha organizado en honor del miembro de la Agrupación de Tráfico. Cuando se acerca el vehículo, todos los agentes de la Policía Local que, a ambos lados de la calle, flanquean el paso del furgón se ponen en posición de saludo. Firmes. En silencio.

Fue el de la tarde de ayer uno de los muchos homenajes que esperan a «Dámaso, un tío impresionante» dicen todos del agente, de 49 años, casado y con una hija, que murió en la tarde del sábado en Pravia tras ser arrollado por un conductor que huía de Beifar, donde había atacado con un hacha a dos vecinos y robado el coche de una tercera persona.

Una carrera sin control la de Y. T. L., de 28 años y nacido en Candás, que acabó cuando estampó su coche contra la moto con la que Dámaso Guillén trataba de evitar que el conductor siguiera circulando por la AS-236 que une Grado con Las Regueras. Lo hizo el agente porque la vía estaba cortada temporalmente al tráfico para el desarrollo de una carrera ciclista de categoría cadete organizada por la Escuela Ciclista Santi Pérez, de Grado. El conductor había saltado el alto dado por los compañeros de Dámaso Guillén, así que se lanzaba a toda velocidad contra los ciclistas. Y el guardia civil, que precedía a los adolescentes decidió frenarlo atravesando la motocicleta.

Fruto de la violencia del choque, su moto y él volaron cuarenta metros. Ningún ciclista resultó herido. El conductor del coche, que ya está detenido, tampoco. Sólo Dámaso Guillén sufrió heridas. Tan graves que causaron su muerte en el acto.

Un heroísmo, el de Dámaso Guillén, que ha sido premiado por el Ministerio del Interior, que le ha concedido la medalla de la Orden de Mérito de la Guardia Civil, distinción que premia «las actuaciones o conductas de extraordinario relieve». La otorgada al agente lleva distintivo rojo, destinada a quien muera en acto de servicio «al afrontar un peligro manifiesto contra la propia vida».

La medalla fue confirmada tras la visita a la capilla ardiente de la nueva directora general de la Guardia Civil, Mercedes González. Junto a ella, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, y el director adjunto operativo de la Dirección General de la Guardia Civil, Pablo Salas. Un acto al que no pudo acudir el presidente asturiano, Adrián Barbón, por enfermedad. «Lamento no haber podido estar en la visita a la capilla ardiente de Dámaso Guillén, un héroe de la Guardia Civil que ha salvado la vida de numerosos jóvenes», explicó en redes sociales el jefe del Ejecutivo autonómico.

No hubo más declaraciones políticas. La consejera de Presidencia acudirá esta mañana a la capilla ardiente.Por expreso deseo de la familia, la capilla ardiente sólo quedó abierta a los más cercanos. En un vídeo difundido por la Guardia Civil, se puede ver a Mercedes González saludando a los compañeros del fallecido, que no pueden evitar echarse a llorar. «Me emocina ver ese vídeo», escribió Adrián Barbón.

Como se emocionaron también público y miembros de la Cofradía de los Estudiantes. Porque Dámaso Guillén era hermano cofrade. Con el corazón roto, a la salida del Santísimo Cristo de la Misericordia, en la procesión de la Semana Santa en Oviedo, la Agrupación Musical San Salvador interpretó 'La muerte no es el final del camino'.

Un nuevo homenaje al que seguirán más. Como el hecho de que el banderín de la cofradía llevara dos condecoraciones de la Guardia Civil. Hoy, en la procesión del Prendimiento, el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, las llevará en su fajín.

Pero, antes, todos le darán el homenaje definitivo. La despedida en la catedral de Oviedo, donde se celebrará el funeral. A las 11 horas de hoy los suyos volverán a recordar que la muerte no es el final del camino.

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