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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Jueves, 7 de noviembre 2019, 01:33
Al menos hasta bien avanzada la próxima semana, Asturias estará bajo los efectos de un tiempo invernal, con alertas activadas por nieve, lluvia, viento y fuerte oleaje. Así lo estima la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que anuncia un descenso de la ... cota de nieve con acumulaciones significativas y que en algunos puntos de la Cordillera Cantábrica podrían alcanzar los 77,5 centímetros hasta la medianoche del domingo.
El motivo de esta situación es que se espera la llegada de varios frentes atlánticos con lluvias y chubascos intensos, fuertes rachas de viento que esta noche podrían alcanzar los 95 kilómetros por hora en el Principado, y temporal marítimo. El cambio más significativo tendrá lugar hoy, con la bajada de la cota de nieve hasta los 800 metros, si bien las acumulaciones más importante se producirán a partir de los 1.200. El sábado habrá una subida importante de la cota, lo que podría provocar el deshielo de la nieve caída y sumarse a una lluvia que continuará siendo persistente.
La Aemet advierte de que el domingo «se espera un empeoramiento de la situación general con una nueva bajada de la cota de nieve por debajo de los mil metros y con acumulaciones que podrían ser relevantes». También es posible que la fuerza del viento se intensifique ese día.
Las alertas estarán activas tanto hoy como mañana. Hoy la alerta es naranja por fenómenos costeros en todo el litoral asturiano, con olas que pueden alcanzar los seis metros, y amarilla en la cordillera, los Picos de Europa y la zona suroccidental por nevadas que pueden llegar a los cinco centímetros. Mañana sigue el aviso naranja en la costa por olas de hasta seis metros y vientos de fuerza ocho, mientras que el amarillo se activará para todo el interior de la región por lluvias que acumularán 40 litros por metro cuadrado en solo doce horas, nevadas que pueden llegar a los diez centímetros de espesor y rachas de viento de unos 90 kilómetros por hora. Las zonas más afectadas serán la cordillera, los Picos de Europa y el suroccidente asturiano.
Las malas condiciones meteorológicas afectaron ayer al tráfico ferroviario. Los viajeros del Alvia que había salido de Gijón a las 14.12 horas y tenía prevista su llegada a las 23.01 a Alicante llegaron a acumular un retraso de 80 minutos después de que el convoy sufriera una avería y tuviera que ser sustituido.
Los pasajeros vivieron una odisea de cambios de trenes porque dicho Alvia había realizado anteriormente el viaje entre Madrid y Gijón, pero poco antes de llegar a la estación de Oviedo arrolló un árbol que se encontraba en mitad de la vía. El tren pudo continuar viaje hasta Gijón, con la previsión de realizar después el trayecto hasta Alicante, vía Madrid.
Ese viaje comenzó a las 14.12 horas, pero una vez en la estación de Oviedo se localizó una avería producida por el impacto con el árbol que aconsejaba el cambio de tren. Para agilizar la situación, se decidió trasladar a todos los viajeros a un tren de Cercanías que los llevó hasta la estación de Puente de los Fierros. Allí se encontraron con otro Alvia procedente de Madrid. Se produjo un nuevo transbordo de pasajeros entre ambos trenes, con lo que los procedentes de la capital de España finalizaron su viaje hasta Gijón en el Cercanías y el Alvia retornó a Madrid.
Pero este convoy tenía como final Alicante, por lo que fue necesario que los viajeros que continuaban viaje cambiaran nuevamente de convoy en la estación de Atocha. Desde Renfe se informó de que se ha tratado de reaccionar con la mayor celeridad a este problema, aportando todos los recursos posibles, pero que el retraso acumulado fue inevitable.
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