«Tiene metido en la cabeza que tengo otro hombre conmigo», le decía Teresa Aladro a sus amigas

Un crimen que se está juzgando en la Audiencia Provincial de Oviedo y que ayer celebró su quinta sesión, en la que se terminó de tomar declaración a los testigos y peritos y se procedió a escuchar y ver los audios y mensajes de los teléfonos móviles. En las conversaciones, wasaps y mensajes que ayer se escucharon en la sala quedó claro que Teresa intentaba llevar «como dos personas adultas» la separación de su marido. Pero era complicado, «tiene metido en la cabeza que tengo otro hombre conmigo», explicaba.

Teresa Aladro se fue de la casa familiar el martes 9 de marzo de 2021, se lo comunica a sus amigas el sábado día 12. «Voy a daros una noticia: dejé a Senén, dejé las cosas bien clara al marcharme de casa el martes». Comenzaba entonces a rehacer su vida y así se lo dijo a su hermano «Manuel estoy muy a gusto, muy a gusto». Si bien tenía una gran preocupación por su hijo Adrián y cómo le podría afectar la separación.

Lo dejó reflejado en varios mensajes: «No voy a dejar que destroce a mi hijo, a mi niño», «lo tiene traumatizado, y eso a mí me da mucho miedo», «me lo va a volver loco y no se lo voy a permitir», «si está conmigo le llama y le pregunta dónde está el rifle, que se va para Llanos y Adri se va con él».

«Hay que llevarse bien y hacer que Adri sea feliz», era la respuesta que ella le daba a su exmarido. Intentaba mantener una relación calmada con él. «No me importa ir a tomar algo con él, pero no quiero que se confunda no voy a volver nunca más», le explicaba a una amiga. «Quiero ayudarle, lo esta pasando mal pero nada de volver con él. No quiero saber nada de sus praos, de sus familia, de Llanos. Quiero tener mi vida, mi trabajo, mi familia y estar con mi hijo disfrutar de él», añadía.

La idea se separarse de Senén no era nueva. Teresa Aladro en 2017 acudió a una clínica privada al considerar que su trastorno de ansiedad y depresión estaba rebrotando. ¿El motivo? Sus problemas matrimoniales.

En las conversaciones con sus psiquiatra relató que su intención era separarse de su entonces marido. «No me separo porque no tengo recursos económicos, quiero mejorar antes de separarme», le dijo a la doctora Teresa Pérez-Espinosa, que la trataba y que ayer testificó en la Audiencia Provincial en calidad de perito. Las consultas siguieron en el Sanatorio Adaro, donde llegó a calificar a Senén como «muy posesivo».

El juicio está ya en su recta final, hoy se conocerán los posicionamientos de las acusaciones y la defensa. En ese momento, cabe la posibilidad de que varíen las peticiones de pena preliminares tras los testimonios y a la pruebas presentadas en las cinco primeras sesiones del juicio. No será hasta las primeras horas de la mañana del miércoles 22, después de la festividad del martes de Campo en Oviedo, cuando se traslade al jurado el «objeto del veredicto» y se proceda a la deliberación.

De momento, el ministerio fiscal pide una pena de 27 años de prisión por asesinato y allanamiento de morada. Petición que es compartida por la Abogacía del Estado y Abogadas para la Igualdad.

La acusación particular eleva a 37 años la petición de prisión. La defensa sostiene que fue un homicidio involuntario y deja la petición en un año de cárcel.