Teresa Aladro murió del primer disparo: «Le destrozó el hígado»

Teresa recibió dos disparos con una escopeta histórica, ambos con trayectoria ascendente y su orden cronológico viene dado por los análisis quimicos. El dato fundamental es el alto nivel de residuos de disparo tanto en las heridas como en el tejido del camisón de la víctima.

Durante la sesión de este miércoles, expertos de la Guardia Civil expondrán una reconstrucción de los hechos.

«Consultas habituales al tarot, cómo hackear un móvil, cómo localizar un móvil, cómo saber si tu pareja está con otro, poder localizar un celular o buscar un abogado gratuito». Estas fueron las consultas más habituales que se realizaron desde el teléfono móvil de Senén Fernández desde que su mujer, en marzo de 2021, le comunicara su intención de separarse.

En menos de dos meses, María Teresa Aladro moría en su habitación debido a dos disparos efectuados por su marido. Así lo constató la Guardia Civil tras el volcado de unos 74.000 archivos procedentes de las terminales móviles del acusado y de su víctima.

En ese mismo análisis los agentes encargados del mismo relataron que el considerable aumento en las comunicaciones entre ambos partía principalmente de Senén Fernández, que tenía guardado el contacto de su mujer como «acuqui», y que «denotaba vigilancia». Como así se lo hacía saber María Teresa en mensajes a sus amigas: «Lo controla todo, dónde aparco, a dónde voy, a qué hora me levanto». También existen mensajes en los que les dice que «no me deja en paz».

Los agentes del instituto armado también confirmaron la existencia de mensajes despectivos de Senén hacia su exmujer, como «sin mí no vales nada. Eres una enferma, a dónde vas a ir».

En una gran parte de estas comunicaciones se recoge la preocupación de María Teresa Aladro por la situación de su hijo: «Al niño lo tienes loco, no dejas de decirle que te vas a suicidar», le decía. Y cuando el joven estaba con su madre, su padre «no dejaba de llamarlo para que le pasase el teléfono a su madre y hablar con ella». Preocupación que se sustenta con decenas de mensajes en los que Senén «pregunta dónde está el rifle, que es lo que alteraba a su hijo, que tenía miedo de que su padre llegará a suicidarse y por eso en ocasiones no iba con su madre».