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Rodrigo Cortés Director de cine "Siempre hay oportunidades. Pero hay que arriesgar"

Ha rodado más fuera que en España. A sus 48 años ha dirigido a Robert de Niro, Sigourney Weaver, Uma Thurman o Ryan Reynolds. Su última película, “El amor en su lugar”, habla sobre la importancia de no rendirse. Una buena lección para estos tiempos.

Jueves, 16 de Diciembre 2021

Tiempo de lectura: 4 min

Rodrigo Cortés lleva años viendo nuestro país desde fuera. De hecho, acude al encuentro con XLSemanal, recién aterrizado en Madrid. Acaba de estrenar El amor en su lugar, su cuarta película –de cinco que incluye su cinematografía– rodada en inglés y con un elenco completamente europeo. Por eso es consciente como pocos del modo en que nos perciben en el exterior. «El cine español tiene más prestigio fuera que en España –asegura el director gallego–. También es cierto que aquí, lo único que hacemos mejor que sobrevalorar es infravalorar, pero se nos ve como un país con autores muy personales y con una capacidad narrativa genuina y distintiva».

Una percepción que, espera, refuerce aún más el boom audiovisual que vive nuestro país. Auge que al propio Cortés le ha permitido rodar en español –La broma, episodio de Historias para no dormir (Prime Video)– por primera vez en casi tres lustros. Por eso industria, reactivación, esfuerzo y también futuro son algunos de los términos que pueblan esta conversación.

XLSemanal. España recibirá 72.000 millones de fondos europeos: 525, para cultura. ¿Cómo lo ve?

Rodrigo Cortés. Creo que cualquier apoyo viene bien, pero también que nadie conquista a nadie llorando.

XL. «Quien no llora no mama», dice un refrán muy español...

R.C. No es mi caso, desde luego. Yo creo que uno debe hacerse responsable de lo que quiere conseguir. Si vas de víctima más de la cuenta, los demás después te perciben como tal.

"Si vas de víctima, los demás te perciben como tal. Cada uno debe hacerse responsable de lo que quiere conseguir"

XL. Se comenta que los superhéroes arrasarán con todo. ¿Lo cree usted?

R.C. Ya hubo un tiempo en que el 60 por ciento de las películas eran del Oeste, pero las modas pasan. Las pelis de los veinte no se parecen a las de los cuarenta, ni estas a las de los setenta. Y en todas esas épocas la expresión personal nunca fue fácil. Pero siempre hay oportunidades. Asume lo que te puedan costar y arriesga.

XL. No lo veo muy preocupado…

R.C. El cambio es inevitable. En todos los ámbitos. Yo no discuto sobre la realidad: es la que es; y el mundo no tiene solución porque no es un problema. Solo esfuérzate por hacer la mejor jugada a tu alcance.

XL. Su carrera discurre por el ámbito internacional. ¿Es una búsqueda intencionada?

R.C. No. Solo aproveché las oportunidades allá donde surgieron. El éxito de Buried me permitió rodar Luces rojas, y todo eso estableció una guía de trabajo y un acceso a determinadas cosas. La ignorancia y la inconsciencia hicieron el resto [se ríe].

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Vivir media hora más. Su nueva película, El amor en su lugar, rodada en inglés, retrata a un grupo de actores de teatro en el gueto de Varsovia. «Es una historia de gente que quiere vivir media hora más. Porque en mi cine, por muy cursi que resulte, siempre hay una luz que brilla en la oscuridad», dice Cortés.

XL. ¿Recuerda el primer día con Robert de Niro o Sigourney Weaver?

R.C. Supongo que hubo nervios, pero la premisa básica es no comportarte como un fan. Acercarte a alguien para pedirle un autógrafo o un selfi es la mejor forma de que no te vea como a un igual.

XL. Estrena ahora una película que terminó en 2020. Tras año y medio con escasez en las salas, ¿se recupera el optimismo?

R.C. Se reactiva la máquina al menos, pero recuperar al espectador requerirá más tiempo. El primer paso, eso sí, es estrenar títulos nuevos.

XL. ¿El amor en su lugar es una historia positiva para tiempos inciertos?

R.C. Todas mis películas son muy vitales. Aunque implacables. No adjetivo. Esto es lo que sucedió. Punto. Pero en mi cine, por muy cursi que resulte, siempre hay una luz que brilla en la oscuridad.

XL. En este caso, la de unos actores judíos en el gueto de Varsovia...

R.C. Sí, pero lo que quiero mostrar por encima de todas las cosas es que siguen con su función a pesar de todo. Porque seguir haciendo lo que te gusta es recordarte que sigues vivo.

"Para trabajar con Robert de Niro o Sigourney Weaver la premisa básica es no comportarte como un fan"

XL. ¿Por qué hace cine?

R.C. Quise ser pintor, músico y escritor, y el cine aglutinó esas pasiones. Veía los carteles de las pelis que no eran para mi edad y me las imaginaba. Mi primer recuerdo es el cartel de King Kong y lo que imaginé a partir de él. No teníamos vídeo, pero iba a videoclubs a ver carátulas e imaginar películas. Y en casa veía por la rendija de la puerta las que mis padres no me dejaban ver.

XL. Y a más rombos, más ganas de verla...

R.C. Es que los rombos tenían un poder de fascinación imbatible. Ahora te ponen «no apta para mayores de 18 años», pero los rombos eran otra cosa: la mitificación de lo prohibido.

Etiquetas: Directores de cine