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Cuando los nazis quisieron imponer la poligamia para procrear más niños arios

Sexo y Tercer Reich

Cuando los nazis quisieron imponer la poligamia para procrear más niños arios

Uno de los objetivos del Tercer Reich era aumentar la cantidad de niños arios en su población. Con la misma premisa que ahora proclama Elon Musk, padre de 12 hijos con cinco mujeres diferentes, entre los nazis del siglo pasado fue Gerda Bormann, la esposa de Martin Bormann, el poderoso secretario del Führer, quien con mayor entusiasmo defendía la poligamia para contribuir a procrear más niños arios. Su propio matrimonio fue un ejemplo de ‘poliamor’ para facilitar ese objetivo.

Jueves, 30 de Enero 2025, 10:00h

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La historia de amor de Gerda Bormann con su marido, Martin Bormann –poderoso director de la Cancillería del Partido Nazi y secretario del Führer–, es una de las más extrañas del Tercer Reich. Gerda defendía suprimir la monogamia e introducir el ‘matrimonio de emergencia nacional’, que consistía en permitir la poligamia para facilitar la procreación de hijos de raza aria.

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Un trío conocido. Martin Bormann tuvo varia amantes, pero la más conocida fue la actriz Manja Behrens (a la dcha.), a quien su esposa (en el centro) admitió como concubina.

Gerda creía que la Alemania nazi podía adoptar la poligamia islámica, «una gran idea que no deberíamos desaprovechar», escribió en sus diarios. Pensaba que Mahoma era un hombre muy sensato y que el Reich podía adoptar algo de su doctrina de una forma más moderna. «¿Cómo hubiera podido Mahoma disponer, si no, de suficientes soldados?», se preguntaba Gerda, quien añadía: «El que esto fuera tildado de atrasado y bárbaro es una nueva prueba de la estrechez de miras de las dos Iglesias cristianas (la católica y la protestante)».

Gerda Bormann admiraba a Mahoma porque «gracias a la poligamia contó con muchos soldados»

Algunos gerifaltes nazis coquetearon con esta propuesta, aunque el régimen totalitario de Hitler nunca la oficializó. Gerda siempre fue coherente con sus ideas, por brutales o estrafalarias que pudieran parecer. El cariño que le profesaba a su marido no mermó cuando este inició una relación extramatrimonial con la atractiva actriz Manja Behrens.

El secretario de Hitler escribió cartas a su mujer en las que le contaba sus devaneos amorosos con Manja. «Este hombre afortunado se siente increíblemente feliz estando doblemente casado. ¿Qué dices, amor mío, de este loco marido tuyo?». Ella le respondía con prontitud, mostrándole su apoyo incondicional.

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El padrino de los Bormann. Hitler fue el padrino de bodas de Gerda y Martin Bormann, como se aprecia en la foto del día en que se celebró el matrimonio en 1929. Gerda tenía entonces 19 años.

Además de estar profundamente enamorada de su marido, Gerda sentía respeto y admiración por el Führer y por la doctrina nazi. Pero también sentía orgullo por las relaciones extramatrimoniales del temible Bormann. En Berlín, todo el mundo creía que ella se resignaba a su destino de víctima silenciosa. Pero el caso era justamente el contrario.

Gerda no solo dio su beneplácito a las aventuras de su marido, sino que las favoreció. Para ella era el natural cumplimiento del deber de una «honesta nacionalsocialista». «En el caso de Manja -escribió Gerda a su marido- solo tienes que preocuparte de que tenga un hijo un año y yo, otro hijo el siguiente, de modo que siempre tengas al lado a una mujer activa».

La mujer de Bormann escribió unos borradores para legalizar su propia relación matrimonial con Martin, que incluía a su amante, Manja Behrens

Gerda, desde luego, cumplió su parte. Tuvo diez hijos con Martin Bormann entre 1930 y 1943, 'logro' por el que recibió la medalla de Oro del partido. El mismísimo Führer apadrinó al primero de sus vástagos al que, en consecuencia, pusieron el nombre de Martin Adolf.

Gerda, siempre pragmática, llegaba a sugerir en una carta: «Será bueno que se promulgue una ley al final de la guerra, como al final de la Guerra de los Treinta Años, que permita a hombres sanos y válidos tener dos mujeres». Su marido le respondió: «El Führer es exactamente del mismo parecer».

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El irresistible encanto...Hitler tuvo gran éxito entre las mujeres desde el principio de su carrera política, atraídas, al aparecer, por su oratoria. En la foto, departe con unas jóvenes en julio de 1939.

Pero ese punto no está claro. Es cierto que Hitler tenía un gran éxito entre las mujeres y fueron mayoritariamente quienes pavimentaron su llegada al poder, cautivadas por el «magnetismo de su oratoria», según han señalado no pocos oradores. Fue para cultivar ese atractivo de 'soltero de oro' por lo que el Führer nunca se casó con Eva Braun. Pero no parece que considerase la poligamia como una propuesta extensible a toda la Alemania nazi. Por convicción socio política o porque su potencia sexual era más limitada que la de Bormann. Hitler carecía del testículo izquierdo, lo que podría haber reducido bastante su deseo sexual.

Los Bormann no llegaron a ver aplicada su 'intrépida' propuesta más allá de su matrimonio. Martin Bormann murió en 1945 por ingesta de cianuro cuando se vio acorralado en su huida tras la llegada de los aliados a Berlín. Gerda y sus hijos lograron huir a Italia. Ella murió de cáncer un año después en Merano.