En toda África no quedan ni 20 elefantes así. Los colmillos de este ejemplar pesaban 91 kilos, los mayores de Botsuana. El elefante fue abatido por un millonario que pagó cincuenta mil dólares. Un negocio legal pero que suscita una enorme polémica. Y ni es el primer animal salvaje abatido por hobby ni será el último...
Jueves, 12 de Mayo 2022, 11:27h
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Cecil tenía 13 años y era el león más famoso de Zimbabue, uno de los pocos de melena negra que habitaban en Parque Nacional Hwange. El 6 de julio de 2015, Cecil fue abatido, como parte de una cacería legal, por el arquero norteamericano Walter James Palmer,
El hombre que mató a Cecil
Cecil tenía 13 años y era el león más famoso de Zimbabue, uno de los pocos de melena negra que habitaban en Parque Nacional Hwange. El 6 de julio de 2015, Cecil fue abatido, como parte de una cacería legal, por el arquero norteamericano Walter James Palmer, de profesión dentista, que pagó 50 mil dólares por matar al león. Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero ese disparo no lo mató inmediatamente. Tuvieron que rastrearlo en su huida y no lo localizaron hasta 40 horas más tarde. Según los responsables del parque, fue rematado con un disparo entonces. Pero es muy poco probable que el felino aguantase vivo tanto tiempo. Lo que concluye el investigador Andrew Loveridge, que ha escrito un libro sobre Cecil titulado Corazón de león, tuvo diez largas horas de agonía antes de morir. A raíz de la polémica, el dentista aseguró que no sabía que se trataba de un león reconocido pero en ningún caso se ha plantado renunciar a la caza. Su última aparición en redes fue el año pasado en Mongolia, sosteniendo la cabeza de un argalí, el carnero salvaje más grande del mundo y en peligro de extinción. Pagó 88 mil euros por matarlo.
Cazar un oso con lanza... y cámara
Josh Bowmar no es un cazador al uso. Este joven de Ohio, de 32 años, caza de cerca y se come a sus presas, en una reivindicación de las prácticas ancestrales. Eso no le libró hace cuatro años de ser foco de la crítica de miles de internautas cuando mató a un oso en Canadá ¡con una lanza! El cazador atrajo a su presa con un barril lleno de comida y esperó que estuviera lo suficientemente cerca para tirarle una lanza con una cámara de vídeo sujeta al mango, vídeo que subió inmediatamente a Internet. El ministro de Medio Ambiente canadiense tuvo que intervenir para apaciguar ánimos y para prohibir por ley ese tipo de caza. Calificó de «inaceptable» ese método arcaico que resulta especialmente doloroso para el animal porque prolonga la agonía. El oso en cuestión no murió al instante; su cazador, de hecho, no lo persiguió al momento, por si estaba herido y era peligroso. Lo encontró al día siguiente no muy lejos de donde lo había lanceado.
Los colmillos más largos y el tiro más corto
Los colmillos de este elefante son los mayores conocidos en Botsuana. Pesan 91 kilos. Durante los 50 años que vivió el animal, fueron una muestra de poderío ante sus congéneres y un reclamo para los operadores turísticos. Verlo era un espectáculo. Pero el negocio que se ha impuesto es el de la caza. Con un permiso legal, el elefante fue abatido por un millonario (a la derecha en la foto) que pagó cincuenta mil dólares. Un cazador profesional se lo puso a tiro. El presidente botsuano justifica los permisos porque los ingresos de la caza (2,7 millones de dólares el año pasado) permiten mantener a los 130.000 elefantes que viven en el país y reparar los destrozos que causan en ocasiones.
El corazón de una jirafa por San Valentín
Dedicada a «la mafia de los defensores de los animales». Así presentó en redes sociales Merelize Van Der Merwe esta foto de su cacería de una jirafa y con su enorme corazón en las manos. La mujer, sudafricana de 32 años, no tuvo problema alguno en publicar las fotos, sabiendo que hace unos años otra mujer que hizo algo parecido (sin mostrar el corazón, eso sí) fue objeto de una implacable campaña viral contra ella. Merelize se explica así: «La cacería y muerte de la jirafa ha dado trabajo a 11 personas ese día y ha aportado mucha carne para los lugareños». Y lo que es más, era el regalo que su marido le hizo por San Valentín (y le costó nada menos que 17 mil euros). Qué mejor que un gigantesco corazón ensangrentado para celebrarlo...
La satisfacción del "trabajo bien hecho"
La caza, a juzgar por las fotos que muestran algunos de quienes las practican, puede ser romántica. «Trabajo duro bajo el cálido sol de Kalahari... bien hecho. Un león monstruoso». Un matrimonio canadiense se besaba satisfecho en 2019 después de haber abatido a un león y, como se veía en otras fotos, también a una leona en el Kalahari. La pareja, que se dedica al negocio de la taxidermia, incendiaba las redes con esta foto. «No hay nada como cazar al rey de la jungla en las arenas del Kalahari», insistían. La reacción en redes les obligó a retirar incluso la web de su negocio durante un tiempo.
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