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Día Mundial Sin Tabaco ¡Nos comemos las colillas!

Tirar una colilla al suelo puede parecer un gesto inocuo. Entre todos los fumadores del mundo se repite cada año 4,5 billones de veces. Y es muy peligroso. Los residuos del tabaco son altamente contaminantes y acaban en los ríos, el mar e, incluso, en nuestros estómagos.    

Martes, 31 de Mayo 2022

Tiempo de lectura: 2 min

Cada año, la industria tabacalera cuesta al mundo más de 8 millones de vidas humanas. Unos 4,5 billones de colillas acaban cada año en cunetas, aceras, parques o playas, según la Organización Mundial de la Salud. El problema es grave porque los filtros de los cigarrillos son de acetato de celulosa.

Las colillas son muy lentas en degradarse y, cuando por fin lo hacen, liberan cientos de sustancias tóxicas; entre ellas, nicotina, arsénico, formaldehído y metales pesados.

Las colillas tiradas al suelo suelen acabar en los ríos, mares y océanos. Como sucede con los microplásticos, las ingerirán peces y aves y -a través de la cadena alimentaria- terminarán en nuestros estómagos.

Tirarlas al suelo en Madrid y Lisboa se multa hasta con 250 euros, 200 en Bruselas o 100 en Stuttgart

Varias ciudades han puesto en marcha medidas para luchar contra la contaminación por colillas. En España, tirar una colilla por la ventanilla del coche conlleva una multa de 200 euros y cuatro puntos del carné de conducir. Si además este lanzamiento provoca un incendio, puede suponer seis años de cárcel para el infractor.

Tirarlas al suelo está sancionado en Bruselas (200 euros a partir de enero); Lisboa (250 euros) o Stuttgart (100 euros). También se regula en ordenanzas que multan el arrojar residuos de pequeño tamaño (como cáscaras, chicles y papeles) de muchas ciudades españolas. En Madrid, por ejemplo, las multas llegan a 250 euros, con opciones de reducción de pago. En San Francisco (Estados Unidos) han preferido cargar una tasa de 60 centavos de dólar por cada paquete de cigarrillos para sufragar así el coste de la recogida de colillas por parte de los servicios de limpieza.

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El castigo de tráfico.En España, arrojar desde el coche colillas u otros objetos está castigado con una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.ISTOCK

Greenpeace propone otra idea: «Las tabacaleras tendrán que hacerse cargo de los residuos que provocan. Igual que antes se devolvían los cascos de las botellas, habría que incluir un depósito cuando compras una cajetilla de tabaco y que puedas recuperarlo cuando devuelvas las colillas», dice Julio Barea, responsable de campañas de residuos. Si fumas, deberás ‘reciclar’ tus colillas.

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