Ciencia y mente ¿Qué nivel de creatividad tienes? Mide tu imaginación con nuestro test

Así nació la creatividad, la capacidad para generar ideas nuevas. La llave de la innovación, de las ciencias y las artes… Hasta ayer mismo, la última trinchera que hacía del ser humano único, dotado de más ingenio que cualquier otra criatura o máquina sobre la Tierra. Pero 2022 ha sido el año de la explosión de la inteligencia artificial aplicada a la creatividad: primero, a las imágenes, audios y vídeos; y, ahora, a los textos. Un programa como ChatGPT es capaz, en segundos, de escribir artículos y poemas con una originalidad y una coherencia que asombran.

Mientras asistimos a este asalto nunca visto a la creatividad, la ciencia intenta desentrañar cuáles son los mecanismos que se activan cuando imaginamos. Los neurocientíficos diseccionan las regiones del cerebro involucradas; y psicólogos y educadores desarrollan estrategias para potenciar la inventiva. ¿Pero cómo funciona? «De tres maneras diferentes y complementarias: rompiendo, mezclando y plegando». Esa es la tesis de David Eagleman, neurólogo de la Universidad de Stanford, y Anthony Brandt, compositor musical, y autores de La especie desbocada (Anagrama, 2022). Romper requiere dividir un todo y reorganizar los fragmentos. Es lo que hace la pintura cubista. Al mezclar, combinamos distintas fuentes de manera novedosa. Los mitos del minotauro y las sirenas son sendos ejemplos. Y plegar implica alterar la forma u otra propiedad. La creatividad, en definitiva, no surge de la nada.

A propósito o de manera inconsciente, la gente recicla y transforma conocimientos anteriores. Por ejemplo, los primeros corazones artificiales copiaban al humano, con latidos y todo. Pero el latido provocaba desgaste y era innecesario, ya que el corazón solo necesita bombear sangre. Hoy en día, los pacientes trasplantados reciben corazones de flujo continuo. Es famoso el caso del antiguo vicepresidente norteamericano Dick Cheney, que se sometió a un trasplante en 2010 y no ha vuelto a tener pulso desde entonces.

¿Por qué el ser humano es tan inquieto? Se debe a un fenómeno conocido como 'supresión por repetición'. Cuando el cerebro se acostumbra a algo, reacciona con menos intensidad ante su presencia.

La primera vez que veamos un coche sin conductor nos asombrará. Luego vendrá la monotonía. «Cuanto más familiar nos resulta algo, menos energía nerviosa le dedicamos. Somos criaturas que viven y mueren gracias a la energía almacenada en nuestros cuerpos. Cuando hacemos predicciones correctas, ahorramos energía. Si sabemos qué bichos debajo de una piedra son comestibles, ya no hay que darles la vuelta a todas las piedras. La repetición nos hace más eficaces», dicen Eagleman y Brandt.

La maravilla de viajar a un sitio nuevo

Pero nunca nos conformamos. Necesitamos cierto control, pero también la sorpresa. El mismo chiste, contado varias veces, ya no hace gracia. Y es que el cerebro está sometido a descargas hormonales que le gratifican si detecta novedades. Por eso busca ansiosamente un equilibro entre el conocimiento aprendido y la resolución de nuevos misterios. En ingeniería se conoce como 'la dialéctica entre explorar y explotar'. Y en diseño ha dado pie a la proliferación de estructuras esqueumorfas, con rasgos que imitan a otras que existieron antes. Por ejemplo, para hacer una llamada en nuestro smartphone, tocamos un icono que es un auricular de un viejo teléfono.

Lo nuevo nos estimula. Nuevos paisajes, personas, libros, tecnologías… Se ha demostrado que actividades como la tormenta de ideas, los mapas mentales o la escritura libre son herramientas que suscitan nuevas asociaciones. Pero ahora los científicos reivindican también las virtudes de estar en Babia, ese embobamiento que tanto se penaliza en los colegios. «Nuestro cerebro nunca descansa y la mitad del tiempo divaga… Cuando especula con situaciones futuras, es positivo», explica Moshe Bar, director del centro de investigación cerebral de la Universidad Bar-Ilan de Tel Aviv.

La manera más rápida de activar la parte creativa del cerebro es viajar. Cualquier excursión a un lugar que no conocemos nos pone en alerta. A los neurocientíficos les gusta señalar, por contraste, lo que le sucede a la ascidia o patata de mar. Durante su etapa de larva es nómada hasta que encuentra el lugar en el que pasará el resto de su vida, fijada a una roca y filtrando agua para alimentarse. Una vez en su destino, se come su propio cerebro. Ya no lo necesita.

Le hemos pedido a una inteligencia artificial que diseñe un test para medir la creatividad de nuestros lectores. ¿Te atreves?

1. ¿Cómo te gustaría pasar una tarde libre?

A: Salir a hacer senderismo y disfrutar del aire libre.

B: Ver una película en casa.

C: Crear un jardín vertical en el balcón utilizando materiales reciclados y plantas nativas.

2. Si tuvieras que escribir un cuento, ¿de qué trataría?

A: De un animal que vive en el bosque.

B: De una sociedad futurista donde la tecnología y la naturaleza conviven en armonía.

C: De un grupo de amigos que tienen una aventura mágica.

3. Si tuvieras que organizar una fiesta para tus amigos, ¿qué harías?

A: Una fiesta benéfica o inspirada en un tema medioambiental.

B: Una fiesta de cumpleaños tradicional.

C: Una fiesta temática, por ejemplo, de disfraces.

4. Si tuvieras que diseñar una camiseta, ¿qué tema elegirías?

A: Una camiseta con un mensaje motivador.

B: Una camiseta con un dibujo o ilustración original.

C: Una camiseta con un diseño en 3D o con luz.

5. Si tuvieras que hacer un regalo para alguien que te importa mucho, ¿qué harías?

A: Comprarlo en una tienda.

B: Crear una experiencia única y memorable para esa persona, como una cena en casa o un día de pícnic en un lugar especial.

C: Hacer un regalo hecho a mano, como una tarjeta o un objeto decorativo.

1A: 2 1B: 1 1C: 3 2A: 1 2B: 3 2C: 2 3A: 3 3B: 1 3C: 2 4A: 1 4B: 2 4C: 3 5A: 1 5B: 3 5C: 2

8 puntos o menos: te gustan las actividades tradicionales y te sientes más cómodo siguiendo los pasos ya establecidos en lugar de arriesgarte. Te cuesta pensar en soluciones originales y prefieres seguir las normas y los procedimientos establecidos.

De 9 a 12: te gustan las actividades que te permiten usar tu imaginación, pero a veces te cuesta salirte de tu zona de confort. Disfrutas de probar cosas nuevas, pero también valoras la estabilidad y la seguridad.

13 o más: te encanta innovar y pensar fuera de lo convencional. Y te apasiona encontrar soluciones originales a los problemas. No te importa tomar riesgos y estás dispuesto a trabajar duro para hacer que tus ideas se hagan realidad.