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James Howells, ingeniero Así voy a encontrar los 167 millones de euros que tiré a un vertedero

El hombre que se deshizo accidentalmente de lo que ahora equivaldría a 167 millones de euros en bitcoins no se rinde. Hace una década, James Howells arrojó el disco duro del ordenador que contenía sus criptomonedas a un vertedero de Newport, en Gales. Ahora, expertos de la Nasa y varios perros robots serán parte del equipo que le ayudará en su búsqueda del tesoro.

Lunes, 30 de Enero 2023

Tiempo de lectura: 4 min

El ingeniero informático británico James Howells ha decidido formar algo así como su ‘Equipo A cripto’, un grupo de expertos cuya misión consistirá en recuperar aquellos 8000 bitcoins que guardaba en su monedero digital y que han llegado a tener un valor de 387 millones de euros (ahora estarían en torno a los 180 millones, dependiendo de la fluctuación de la criptomoneda). Howells, que lleva años intentado que el ayuntamiento de Newport le permita excavar en el vertedero donde arrojó su disco duro en 2013, tiene un plan maestro… y millonario.

En su gincana particular por el basurero intervendrán desde Phil Bridge, un experto que trabajó con la Nasa en la recuperación de datos del transbordador espacial Columbia tras su desintegración en el aire; hasta los perros robot Spot de Boston Dynamics, cuya misión será rastrear el terreno a través de un escáner para intentar localizar el disco perdido.

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Casi multimillonario. Tres meses antes de descubrir lo valiosas que se había vuelto sus criptomonedas, Howells había ordenado su estudio y tiró varias cosas. Entre ellas, un disco duro viejo (similar al que muestra en la foto) que tenía una memoria tan pequeña que él consideró que no valía la pena conservarlo.

El problema con el que Howells lleva años dándose de cabeza es la oposición del ayuntamiento de la ciudad, que le ha negado de forma sistemática el acceso al lugar para excavar porque, según alegan, «un trabajo de esa naturaleza tendría un impacto ambiental muy negativo en el área circundante». Y todo esto, a pesar de que el ingeniero británico ofrece a las autoridades municipales que una cuarta parte de esa fortuna vaya a parar a sus arcas.

James ha explicado que la búsqueda costaría casi once millones de euros, que duraría entre nueve y doce mesesy que contaría con la ayuda de tecnología de inteligencia artificial. Además, asegura que su plan ha sido respaldado por fondos de inversión que están dispuestos a sufragar el coste así como el equipo necesario, a cambio de una parte de su fortuna.

Pero, ¿cuál es la probabilidad de recuperar la clave privada que le permitirá acceder a sus criptomonedas y que ha estado en un disco duro bajo miles de toneladas de basura durante más de nueve años? «He visto datos recuperados en las circunstancias más inusuales que puedas imaginar», cuenta Phil Bridge a The Sunday Times. «De sistemas que fueron destruidos por inundaciones o quemados por el fuego, incluso de dispositivos que fueron alcanzados por un rayo. El Columbia explotó a 35 millas de la Tierra y cayó en pedazos. Luego, el registrador de vuelo de la caja negra permaneció en el lecho de un lago seco durante seis meses antes de que fuera encontrado. Y se recuperó el 99 por ciento de los datos», asegura el experto de la Nasa.

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El estado actual. Los vertederos depositan los desechos en secciones llamadas celdas, que luego se sellan con una capa de tierra para poder cultivar vegetación en la parte superior. A la izquierda, el vertedero de Newport, un lugar completamente tapado por la vegetación que impide el impacto visual.

Entre los especialistas, Howells también contará con la colaboración de Gwyn Jones, ex gerente del vertedero de Newport. Jubilado hace ya varios años, fue el primer hombre con el que el ingeniero contactó cuando se dio cuenta del valor de lo que había tirado y ahora trabaja como consultor. Según explica The Times, en un informe de viabilidad con fecha de marzo de 2021, Jones ya ha identificado la probable ubicación del disco duro en una sección donde se enterraron más de 15.000 toneladas de desechos entre agosto y noviembre de 2013.

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Socios y sabuesos. La idea de Howells es contrataron los perros robot de Boston Dynamics, equipados con cámaras de circuito cerrado de televisión itinerantes para escanear la basura.

El gran plan de Howells también lleva recompensa. Su idea es donar el diez por ciento de sus ganancias a causas locales y proyectos educativos. Ha propuesto utilizar parte de lo recuperado para crear proyectos que conviertan Newport en un centro para empresas de criptografía y blockchain, y que cada habitante de la ciudad reciba a 50 libras en bitcoins. Además, ofrece donar un 2,5 por ciento de sus criptomonedas para financiar una planta hidroeléctrica para generar energía en la ciudad. En definitiva, su compromiso consistiría en donar 1000 de sus 8000 monedas a programas diseñados para beneficiar a su comunidad.

Michael Flynn, el especialista en vertederos al que Howells contrató explica en The Sunday Times que el volumen de desechos que se buscará es de largo, alto y ancho como un gran estadio de fútbol invertido. «Sería como buscar una aguja en un pajar. No somos los que pusimos la aguja allí, ni  somos dueños del pajar. Pero, si está ahí y sabes lo que estás haciendo, la encontrarás». Explican los expertos que los vertederos controlados (como el norteamericano de la ilustración) no son simplemente grandes agujeros en el suelo que se van llenando al azar con desechos. Se gestionan y construyen cuidadosamente en secciones selladas llamadas 'celdas'. Cuando las celdas están llenas, se coloca una capa superior que actúa como una barrera para evitar que el agua de lluvia se filtre y desestabilice el sitio. Se mantienen registros de los movimientos de camiones y desechos, y antes de que comience cualquier excavación, estos se estudiarían para reducir el área de búsqueda.