Un Sporting sólido rasca un buen punto de Almería

Qué manera de sufrir. Qué cantidad de ocasiones tuvo el Almería y qué bien defendió el Sporting. Los rojiblancos salen vivos de Almería con un muro defensivo capitaneado por Olaetxea y con la estratosférica actuación de Rubén Yáñez.

No se ganó, pero no se perdió. Y viendo el nivel del rival en los Juegos del Mediterráneo, el punto sumado no es malo. Es un empate que tiene que servir para reforzar a los futbolista de Rubén Albés, que parecen empezar a construir el equipo desde la base. Desde la solidaridad y la solidez que necesita cualquier equipo en el fútbol.

Y eso que el encuentro comenzó con dudas. Con muchas dudas en la línea trasera. En apenas cuatro minutos, el Almería pudo adelantarse en el marcador. Si no llega a ser por Yáñez y Olaetxea, que sacó un balón desde la misma línea de gol, probablemente estaríamos hablando de otro marcador.

Como viene siendo habitual, el Sporting fue mejor tras el descanso. En la primera parte generó un par de ocasiones de peligro, pero concedió demasiado a un Almería que tiene una de las mejores plantillas de la categoría. Con un par de balones en largo, Otero se presentó delante de Maximiano. En la primera jugada se señaló fuera de juego, pero en la segunda el meta le ganó la partida al atacante.

El mejor del partido fue Yáñez. ¡Vaya portero! Y tras él, Olaetxea cuajó un sobresaliente encuentro como tercer central. Fue clave para apoyar tanto a Curbelo como a Diego Sánchez, que esta bien completaron un notable partido. El único pero de Albés fue que decidió dar entrada a Róber Pier por Curbelo en los minutos finales. El zaguero está falto de forma y el partido le atropelló por completo.

Pier fue la única grieta de la defensa rojiblanca y el Almería lo supo aprovechar. A falta de un cuarto de hora se adelantó en el marcador en una jugada que comenzó con Róber Pier saliendo al costado diestro. Su salida propició un desorden defensivo que Centelles no perdonó.

A la espera de Gelabert

El otro punto positivo de partido, además del que suma el Sporting en el casillero, es Gelabert. Es entendible que necesite un periodo de adaptación, pero ha demostrado ser diferencial. Desde que se situó en el centro del campo, el Sporting fue más vertical. Cada balón que tocó fue para ganar metros y hacer daño al rival.

De las botas del rojiblanco nació el tanto del empate. El Almería dejaba jugar cuando el Sporting tuvo el balón, pero solo Gelabert lo supo aprovechar. Un pase entre líneas dejó a Dubasin solo ante Maximiano. El atacante fue generoso y vio aparecer a Campuzano. Le cedió el gol para alegría de todos.

Campuzano volvió a marcar para demostrar que con él también se puede contar si el equipo necesita gol. Pero hay que darle gran parte de culpa a Dubasin. El nuevo fichaje del Sporting lo deja todo en el campo. Es el que más gol tiene, o por lo menos el que mejor se desenvuelve en el área rival.

La otra ocasión clara que tuvo el Sporting en la segunda mitad fue una gran acción personal del hispano-belga que obligó a Maximiano a sacar una buena mano para evitar que los rojiblancos se adelantaran en el marcador.

La nota negativa fue el centro del campo. Se necesita más presencia para tener más posesión del balón y evitar que los rivales puedan generar tanto peligro como el que crearon los jugadores de Rubi en los Juegos del Mediterráneo.

Aún queda mucho por trabajar y mejorar, pero noches como la de Almería ayudan a crecer y también a creer. El punto es más importante de lo que parece. Sabe a gloria por cómo se dio. Ahora solo falta sumar la primera victoria de la temporada. El próximo partido invita a ello. El derbi tiene que seguir siendo rojiblanco.

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