El Sporting presenta sus respetos al mito en el cementerio de La Carriona

Una nutrida representación del club y de los veteranos rodea la tumba del mito después de depositar cariñosamente las flores. David Guerra, presidente ejecutivo del Sporting, comanda la expedición llena de ilustres. El dirigente reconoce la trayectoria de 'El Brujo', una bandera del club, en el que hizo carrera como el fabuloso delantero que era (521 partidos y 272 goles), como ayudante de distintos cuerpos técnicos, mentor de varias generaciones de futbolistas y, por último, responsable de las relaciones institucionales del Sporting.

Quizá este último cometido, que llevaba años desempeñando sin querer por su espontaneidad y su alegre carácter, haga justicia a su sobresaliente trayectoria como jugador, que le llevó al Barcelona y a la Selección, sin perder ni un ápice en ese fantástico viaje de su cercanía, simpatía y humildad que transmitía a cualquiera que le paraba en la calle o en Mareo.

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Sabedor de todo esto, David Guerra destaca «los valores humanos de Quini, legado orgulloso de todos los sportinguistas y guía para el club que todos queremos construir». A su lado están Joaquín y Redondo, compañeros de vestuario de Quini y herederos en ese cometido de embajadores del club. Pero hay más excompañeros recordándole.

En La Carriona se citan también algunos compañeros de batallas de Quini: Juan Carlos Ablanedo, Jiménez, Alfredo Megido y Tati. Todos tienen mil anécdotas para compartir de sus vivencias con 'El Brujo'. Cucharas de té en las botas, cordones anudados, ropa de compañeros escondida... Horas y horas de risas y experiencias con el mito rojiblanco, que siempre estará en la memoria del sportinguismo.