El Sporting no remonta la pájara

El equipo faenó para puntuar en Elche, pero esa desconexión del primer acto le condenó a ser perdedor. Y de la batalla, que vio Alejandro Irarragorri desde el palco, salió bien escaldado. Hassan, por la penalización del Villarreal, el propio Otero y Róber Pier no estarán el domingo en El Molinón, acentuando más el batallón de bajas. Una derrota dura que deja herida abierta por la factura de personal.

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Andrés Maese

De partida, Ramírez fue regateador hasta casi el inicio del choque. Pero la mudanza de Róber Pier al mediocentro se confirmó, sin opción para Roque. Guille Rosas corrió esta vez por la derecha y Pablo García, por la izquierda. Carrileros abrigados por tres pretorianos, con la vuelta de 'Cali'. El encuentro saludó tenso, con un susto derivado de un choque fortuito entre Yáñez y Borja Garcés. La secuencia sacó del partido al madrileño, monitorizado por el club gijonés el pasado verano. Una lesión que pintaba feo.

El Sporting amenazó en un par de secuencias. Dos estampidas de Mario González, aprovechando el campo avanzado de Beccacece, con Mario Gaspar y Bigas atareados. En la segunda, con un pase vertical de Nacho, los dos le cerraron el paso al atacante por un pelo. Otro centro de Guille Rosas no lo engatilló bien el enrachado burgalés en un arranque sin apenas detonaciones en las áreas. Los diez primeros minutos, más ruido que nueces. En todo caso, el Sporting era el que salía arreando. Miraba más a Dituro. Vertical, presionante y con pocos toques para armar sus emboscadas. Correoso y acorazado. El Elche, toca que te toca. Estilístico, pero sin asomarse al rancho de Yáñez.

Sucedió que los de casa empezaron a calentar el pie, con Mourad, relevo de Garcés, muy revoltoso y satelital. Tratando de desajustar y abrir a los centrales del Sporting. El hispano-marroquí, con una historia personal y deportiva curiosa, fue una guindilla para el Elche. Y una tragedia para el Sporting, derrotado en seis minutos fatales. Un pestañeo dentro de un partido, pero tiempo de sobra para que la tropa de Ramírez encajase dos puñetazos, directos al mentón, en dos desajustes. También tuvo bastante 'potra' el Elche.

Hubo una concesión en el primer bingo local para que Morente tuviera margen de engatillar, sin oposición, astillando el poste. El rebote le cayó a Mourad, que venció a Yáñez. El segundo fue una secuencia temeraria: dos blandos despejes y la atención de todos, incluido Yáñez, volcada a la zona contraria a la que pateó rápido e instintivo Tete Morente. Centrador, primero. Afortunado y astuto castigador, después. Un drama.

El Sporting llegó al intermedio con el gancho en la boca. Muy tocado. Pidiendo la hora, cerca del tercer garrotazo y de perder el 'golaverage'. Alejandro Irarragorri sufría en la grada, intercambiando impresiones con el argentino Christian Bragarnik, propietario del Elche. El planteamiento de Ramírez, tras un prometedor inicio, suplicaba cambios. Bermejo marcó el tercero en falso por fuera de juego. El Sporting se agrietaba con los balones a la espalda de Guille Rosas y Pablo García, con la movilidad de los 'Nicos' y también de Morente. Solo hubo una tregua en una embestida de Mario.

El desplome del equipo en la primera mitad se llevó por delante al balcánico y a Pablo. Directos de la caseta a la ducha. Con el refresco de Queipo y Otero, el Sporting mutó a un 4-4-2, acercándose con un furioso pateo de catalejo de Otero. Róber Pier cargaba con una amarilla que le dejaba fuera del próximo partido. Pero el equipo iba espigando. Ramírez alistó a Cote para surtir mejor a los delanteros y dar carrete a la crecida. Pero fue por la otra banda, un centro de Queipo al que metió la cabeza con furia Otero, con roce de Bigas, el que permitió al Sporting agarrarse al partido. 2-1.

El Martínez Valero vaciló, ganador con holgura durante un buen puñado de minutos. Y el Sporting olisqueó el paso atrás del Elche, reculando hacia Dituro. El once gijonés agarró el mando, apretando por la banda de Guille y Queipo. Otero rozó el empate y Hassan y Roque irrumpieron a renglón seguido. El partido se abrió en canal y se llevó por delante a Beccacece, nervioso con lo que veía. Pero el Elche aguantó, perdiendo el 'golaverage' si hubiera un final prieto, sin que el Sporting pudiera remontar la pájara.