ANDRÉS MAESE
GIJÓN.
Jueves, 28 de noviembre 2019, 03:17
A las cuatro de la tarde tan solo Diego Mariño, Javi Benítez y Christian Joel se encontraban en el campo número cinco de Mareo. Los tres se ejercitaban con Jorge Sariego, técnico de porteros, bajo la atenta mirada de Iván Hernández y Arturo Martínez ... Noval. Un cuarto de hora después de que el reloj marcara las cuatro en punto, José Alberto López apareció junto al preparador físico Fran Albert. Lo hizo sonriente. Se le notaba relajado y preparado para dirigir, a puerta cerrada, el segundo entrenamiento de la semana.
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Tras él, casi toda la plantilla del primer equipo. Isma Aizpiri, José Gragera, Espeso y Bertín completaron el grupo ante las ausencias de Babin, Cristian Salvador y Nacho Méndez, a los que se sumó después Carlos Carmona, que se retiró tras unos minutos de trabajo junto a sus compañeros.
Antes de que comenzara el entrenamiento, el técnico del Sporting reunió a todos el grupo en el círculo central. En un tono bajo se dirigió a sus futbolistas para solicitarles, entre otras cosas, tranquilidad de cara el choque del sábado ante el Mirandés. «Os pido que juguéis tranquilos, sin pensar que el entrenador se la juega», afirmó sobre el mismo terreno de juego.
José Alberto no quiere que la plantilla se despiste después de unos días en el que se trató más su futuro que la derrota cosechada ante el Tenerife en El Molinón. «Si el míster se tiene que ir, lo hará con la cabeza alta», continuó el ovetense para quitar responsabilidades a sus jugadores en una semana decisiva para el equipo, ya que una derrota podría llevar al Sporting a los puestos de descenso a Segunda División B.
Su discurso, a tres días de que el equipo vuelva a competir, no solo se centró en su figura. José Alberto deseó que sus jugadores puedan completar un partido «al mismo nivel que jugasteis la primera parte ante el Tenerife». Sobre el duelo del pasado sábado, les señaló que «me fui a casa muy orgulloso por el trabajo que realizasteis» y les indicó que «tan solo tenéis que completar 95 minutos así para ganar».
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Su voz fue ganando en volumen. Poco a poco se comenzó a escuchar con mayor nitidez. «Quiero que cada hombre que esté en el campo dé lo mejor que tiene, que intente ofrecer su mejor nivel», les pidió antes de dirigir la sesión vespertina en el campo número cinco de Mareo.
Sus últimas palabras se centraron en la victoria. Quiere que el equipo se convenza de que es posible volver a sumar tres puntos. José Alberto les insistió en que «vamos a ganar, ya nos toca porque hemos sufrido mucho estos días». El ovetense lo volvió a repetir antes de que sus hombres concluyeran con un aplauso el discurso que les dedicó en una semana especial para todos: «Vamos a ganar».
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