El Sporting de Gijón estudia si hubo vulneración del protocolo VAR en la expulsión de Rubén Yáñez

En las últimas horas, el club mantuvo contactos con el Comité Técnico de Árbitros, como avanzó David Guerra en su intervención de ayer, manifestando su disconformidad hacia el arbitraje del colegiado Sergiu Muresan Muresan y, por extensión, hacia la influencia que tuvo desde la Sala VOR Caparrós Hernández, que llegó a corregir al árbitro de origen rumano hasta en cuatro ocasiones.

De forma paralela, el Sporting también estaba examinando con detalle algunas de las acciones polémicas del encuentro, que terminó para el Sporting con dos jugadores expulsados (Róber Pier y Yáñez) y dos penaltis señalados, para ver si puede armar su reclamación ante el Comité de Competición.

En principio, las secuencias que están siendo sometidas a escrutinio en Mareo, teniendo como máxima que las alegaciones previas estén perfectamente argumentadas para que exista alguna posibilidad de que prosperen, sin ser una reclamación cosmética para expresar un simple malestar, son la roja directa que vio Róber Pier y, sobre todo, la expulsión de Yáñez. El acta de Muresan Muresan también ha sido revisado por la confusión que han generado sus decisiones.

El Sporting, por ejemplo, no está conforme con la expulsión de Róber Pier por una falta sobre el visitante Juanma. Hace algo más de tres semanas, Campuzano fue objeto de una acción similar en el último partido del equipo rojiblanco en La Romareda. En aquel final del encuentro, cerca del minuto 87, Iván Calero, siendo el último defensor de los locales, perdió el control del balón ante la presión del delantero del Sporting, que ya se dirigía hacia la portería del Zaragoza. El defensa abrazó a Campuzano y le derribó, impidiendo su carrera. La acción, en una zona del campo muy similar, terminó con amarilla para el lateral.

En la expulsión de Yáñez, mientras, el Sporting entiende que no se hace un buen uso del protocolo VAR. A Muresan Muresan le llaman en dos ocasiones para revisar dos veces la misma jugada, algo que, en teoría, no está permitido: una para señalar el penalti y otra, después de que el árbitro regresase al campo y volviera a ser llamado, para expulsar al portero por lo que parece un olvido. Yáñez, además, es expulsado por una doble amarilla, puesto que ya tenía una anterior por una protesta.

En la noche del domingo, el Comité Técnico de Árbitros divulgó parte de las conversaciones de Muresan Muresan con la Sala VOR. Llamó la atención la ausencia del audio en el inicio de la segunda actuación (la expulsión de Yáñez) para entender el porqué, lo que añade más incertidumbre y deja en el aire qué habló Caparrós Hernández con su colega. Lo que se entiende en Mareo es que, sobre el papel, el VAR no está para alertar de segundas amarillas, sino de rojas. Y, en este caso, el árbitro mostró una segunda amarilla a Rubén Yáñez y, después, la roja.

Lo que no se sabe todavía es qué consecuencias tendrá el lanzamiento de objetos al césped de El Molinón en el tramo final del partido y cuándo se conocerán, sobre todo teniendo en cuenta el precedente del derbi. Estos incidentes fueron recogidos por el árbitro en el acta, informando de que, en dos minutos diferentes, desde distintos sectores de la grada, se habían arrojado al césped una caja metálica de chicles y botellas de agua, lo que desembocó en la detención del choque.