Abelardo ya manda en Mareo

El balón fue el protagonista en la sesión que se inició pocos minutos después de las cinco de la tarde. Abelardo incidió en la necesidad poner intensidad y, sobre todo, emplazó a sus futbolistas a mover la pelota con rapidez. El preparador gijonés interrumpió en muchas ocasiones el desarrollo del entrenamiento para dar instrucciones y mantuvo varias conversaciones con algunos futbolistas.

No estuvieron en esta primera sesión los lesionados Babin, Valiente, Jony y Pablo Pérez, así como tampoco Pedro que arrastra algunas molestias. La otra cara de la moneda es el central del filial Fernando Somolinos, que podría tener su oportunidad ante las bajas que tiene el equipo en el centro de la zaga.

Abelardo, acompañado por Tomás Hervás, que actuará como su auxiliar, tendrá a Eduardo Domínguez como preparador físico. El gallego dirigió una sesión de estiramientos antes de que Abelardo organizara un partidillo a campo pequeño, que fue seguido por unas doscientas personas.

«Hay que bajarse al barro. Tenemos cuatro partidos para conseguir el objetivo», ha proclamado Abelardo este miércoles, consciente del contexto en el que volverá a tomar las riendas del Sporting y con la confianza de lograr la permanencia para «seguir mucho tiempo trabajando en el club». Cinco años después de su último partido al frente del conjunto rojiblanco en El Molinón, el exzaguero ha vuelto a sentarse este mediodía en la sala de prensa del municipal gijonés. Un lustro de espera que concluyó después de comenzar la planificación esta mañana en Mareo con su segundo, Tomás Hervás.

Acompañado por su padre, con el que bromeó después sobre el terreno de juego, 'El Pitu' también estuvo arropado en su puesta de largo por el histórico capitán rojiblanco Joaquín Alonso y otros trabajadores con una dilatada trayectoria en el club como Pepe Acebal se acercaron. Con la fórmula clara, promete «'trabayu', 'trabayu' y 'trabayu'», ha asegurado que para él es «un privilegio entrenar al Sporting», al que considera su familia y no le podía decir que no. Con un guiño a Quini, que cree que «está ahí arriba alegrándose» por su regreso, no quiere pensar ni en el pasado ni en el futuro y se vuelca en la preparación del duelo del sábado en Huesca, pero recuerda que a final de temporada deberán «hacer una reflexión e intentar mejorar para que no se repita esta situación».

Con la esperanza de que la afición «se sienta orgullosa del equipo», considera innegociable la generosidad en el esfuerzo. «Quiero un equipo que se deja la piel, que cada disputa para nosotros sea ganar una Champions. Eso es lo que la gente quiere ver en Gijón», ha proclamado durante su presentación oficial, consciente de que tendrán el apoyo de la grada si no especulan con esa entrega. «La gente siempre está. En Gijón no pedimos mucho más. Los asturianos somos así. Los del Sporting, más. Cuando veía a Joaco (Joaquín Alonso), veía que se dejaba a la piel. Si es así, incluso cuando pierdes, la gente te va a aplaudir», ha augurado.