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J. BARRIO
GIJÓN.
Viernes, 24 de enero 2020, 02:44
Tras una semana extraña, enturbiada por la derrota del Sporting en Soria y la realidad de la clasificación, Babin recuperó ayer el mensaje más vitalista del vestuario. En un momento de incertidumbre, el central asumió que «si estamos en esta posición significa que somos un ... equipo irregular», para concluir, unos segundos más tarde, que «no es lo que pensaba al principio de temporada, pero estamos a tiempo de remontar».
La situación le trasladó al curso pasado, cuando el Sporting de José Alberto arrancó con una victoria ante el Numancia su mejor momento para desfondarse en el final de la temporada. «Recuerdo que el año pasado sacamos la buena racha en febrero y casi entramos en el 'play off'. Estamos a tiempo de todo, pero no vamos a mentir porque lo importante es el siguiente partido. Tenemos que dar toda la intensidad que tenemos ante el Fuenlabrada», avisó el internacional por Martinica.
En sintonía con Djukic, que salvo en el entrenamiento de ayer, mostró sus cartas toda la semana, reformando el sistema con esa defensa de tres centrales, confirmó el cambio. «Está por ver el último entrenamiento, pero hoy -por ayer- hemos vuelto a entrenar con tres centrales y la cosa de momento va bien», desveló Babin, quien, en cualquier caso, restó importancia al dibujo y transmitió máxima ambición: «Vamos a jugar con la intención de ganar, no de empatar. Los objetivos no cambian por el sistema, que lo hacen bueno o malo los futbolistas. Esto no deja de ser para mí más que un número de teléfono».
Eso sí, aunque aseguró que la idea de juego es muy similar a la que se utilizó con José Alberto en su día, observó que tiene sus matices el retoque efectuado por Miroslav Djukic: «Nos pide jugar más por dentro, filtrar más balones, pero tampoco hay tantos cambios». De la llegada del serbio habló con satisfacción, reconociendo su sintonía con el técnico: «Todos estamos contentos con Djukic. Nos pide mucha intensidad, apretar tras pérdida, tener el balón, llevarlo de un sitio a otro y llegar con más gente».
En lo que no se quiso meter fue en el mercado invernal, manifestando de primeras que «no espero nada». Luego, a renglón seguido, explicó que «entendería que viniera alguien, pero como en cada equipo».
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