El técnico observa, en un segundo plano, el trabajo del grupo. J. P.

Reflexión, rostros serios y mucho silencio

Antes del comienzo de la sesión en Mareo, la plantilla y el cuerpo técnico mantuvieron una reunión en los vestuarios

A. MENÉNDEZ

GIJÓN.

Lunes, 14 de octubre 2019, 03:47

Como cada domingo, Mareo despertó madrugador. A primera hora de la mañana, el ambiente que se emitía en la Escuela de Fútbol era de tranquilidad y normalidad. Solo la llegada del autobús del AEM Lleida, que se enfrentó al Sporting Femenino a las doce, ... rompió la monotonía. Muy pocos aficionados se acercaron a las instalaciones para presenciar el regreso a los entrenamientos del primer equipo.

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Antes de saltar al césped, la plantilla y el cuerpo técnico mantuvieron una reunión que se prolongó hasca cerca de las once de la mañana para reflexionar sobre los motivos del apagón general en el encuentro ante el Alcorcón. Una imagen habitual, aunque ayer adquirió especial relevancia tras los reiterados apoyos del vestuario al entrenador.

Dos minutos antes de que el reloj anunciara la llegada de las once de la mañana, Fran Albert fue el primero en iniciar el desfile al campo número 2. Tras él avanzaron todos los miembros del del 'staff' técnico y del primer equipo, incluidos los titulares en la derrota ante el Alcórcon, con la excepción de los 'tocados' y de Manu García, que emprenderá hoy su viaje internacional con la Sub 21 con destino a Podgorica. No hubo pitos ni abucheos entre los pocos seguidores que presenciaron el entrenamiento, con una excepción.

En mitad del silencio, justo al inicio de la sesión, un seguidor, con el tono elevado, molesto, levantó la voz. «A dar la cara, venga a dar la cara», repitió en varias ocasiones. No hubo continuidad, en cualquier caso, en sus críticas, ni tampoco por parte del resto de aficionados. Más silencio, interrumpido por las correcciones de Albert. Imagen repetida cada domingo.

José Alberto, inicialmente en un segundo plano, con porte serio y brazos cruzados, observaba las evoluciones del entrenamiento regenerativo de los titulares. Al término del primer bloque de ejercicios, comenzó la sesión entre los suplentes y los jugadores sin minutos ante el Alcorcón. Con balón y de mayor duración, prolongada por espacio de algo más de una hora. El técnico regresó al primer plano e hizo continuas indicaciones y correciones durante el partidillo de los no habituales. «Buena Pedro», «eso es, Cris, eso es», exclamó el entrenador en una de las sesiones más dificíles de digerir tras la derrota que más eco ha dejado en tiempo.

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