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ANDRÉS MAESE
GIJÓN.
Lunes, 14 de octubre 2019, 03:49
Una de las voces autorizadas del vestuario del Sporting salió ayer en Mareo a dar la cara. Carlos Carmona lo hizo tras ejercitarse junto al resto de compañeros en una sesión protagonizada por las largas caras de los rojiblancos, conscientes de la preocupante dinámica de ... resultados que atraviesan.
El sábado recibieron un duro castigo del Alcorcón que le recriminó El Molinón al descanso del encuentro. «Tenemos que aguantar ese tipo de situaciones, los silbidos de la afición son más que entendibles», explicó un Carmona que ya ha vivido situaciones similares, e incluso peores, con la camiseta del Sporting. Tras admitir los errores y asumir las críticas, el mallorquín espera que su afición también ayude al equipo a superar el bache, ya que «estoy convencido de que El Molinón nos ayudará a lograr buenos resultados».
Pocos se podían imaginar durante la pretemporada que el Sporting tan solo sumara dos victorias en once jornadas. El rojiblanco tiró de experiencia para señalar que «si algo he aprendido durante todos estos años es que para romper esta racha hay que trabajar el doble». Y recordó que «en verano dijimos todos que teníamos un buen vestuario y ahora toca demostrarlo». Unas palabras que refuerzan su confianza en el grupo.
Carmona estaba serio, no hay motivos para sonreír. El mensaje que quería lanzar lo tenía claro y lo repitió en varias ocasiones para reforzar que «debemos recuperar la solidez defensiva con trabajo». Para él, la clave está en hacerse fuertes atrás porque «hemos encajado ocho goles en los últimos tres partidos y así es muy difícil ganar».
El equipo disfruta hoy de una jornada de descanso en la que muchos no dejarán de darle vueltas a la cabeza para encontrar la solución a los problemas. «Hay que darlo todo y dar un paso adelante para salir de la zona baja», recalcó Carmona, que espera una reacción inmediata de todos los integrantes del primer equipo rojiblanco.
Mañana regresarán al trabajo y es cuando el capitán espera que empiecen a cambiar las cosas «sin excusas» porque «el equipo necesita una victoria y esta tiene que llegar el sábado ante el Elche».
Antes del inicio del entrenamiento, la plantilla se reunió con el cuerpo técnico para analizar lo sucedido en El Molinón. No fue algo extraordinario porque suele ser habitual, pero esta vez la preocupación es extrema. «No voy a desvelar lo que hablamos porque se tiene que quedar dentro del vestuario, pero tenemos que dar mucho más porque lo que hemos hecho hasta ahora no nos está sirviendo», explicó.
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