Las puntuaciones a los jugadores del Sporting de Gijón: el mejor, Dubasin

Un partido extraño lo ganó el que más lo buscó. Para el Sporting de Gijón fue cruel, pero ni supo aprovechar la ventaja del primer gol, ni luego aguantar el empate. Muchos problemas defensivos y una imagen de desbarajuste. El descuento de cada parte fue letal para los gijoneses.

Albés renunció a jugar con extremos. Reforzó el centro del campo con Dotor junto a los 'Nachos' y escoró a Gelabert a la banda. El partido empezó con buenas sensaciones gracias al gol de Nacho Méndez. Hubo una fase bonita con buen toque, pero sin pisar el área. Los problemas empezaron cuando los oscenses apretaron por alto. En el primer gol, Maras no fue contundente y en el segundo, al margen de una falta a Christian Joel, que no se impuso en su sitio, Pulido remata solo, sin vigilancia. Todo en el tiempo añadido.

El segundo tiempo fue un desbarajuste. Presión del entusiasta Huesca y desorden defensivo del Sporting. La ilusión del empate se desvaneció con un sistema defensivo rudimentario. En ataque, los escarceos de Dubasin y paren de contar. Al final llegó la derrota por defender mal. La imagen, preocupante. Ahora vendrá los dirigentes a platicar y aunar voluntades, pero los problemas están en la plantilla y el banquillo. Para tener miedo. Por cierto: ¿Por qué no se jugó de rojiblanco?

Le hicieron el penalti que creó alguna ilusión. Fue el único rojiblanco que dio alguna sensación de peligro. Tuvo movilidad, aunque con pocos apoyos.

Capaz de lo mejor y lo peor, hizo tres grandes paradas, pero fue blando en el primer gol y no se impuso su corpulencia en el segundo, pese a un bloqueo.

Actuó algo revolucionado. Tuvo trabajo que resolvió con un balance irregular, con pocas opciones de apoyar el ataque. Cumplió con discreción.

Blando y perdido en los dos primeros goles. Fue contundente a ráfagas, con más corazón que cabeza. Por momentos se despistó en la colocación.

Dio imagen de inseguridad. Le faltó contundencia y estuvo irregular en los despejes. Fracasó en el juego aéreo. Se le vio incómodo de central.

Le llegó abundante trabajo. Pasó algunos apuros con irregular fortuna. A veces, con escasos apoyos. Tuvo una actuación bastante discreta.

Empezó bien, con presencia y protagonismo. Dio el pase del primer gol. Tras el descanso estuvo menos participativo con un centro del campo diluido.

Desdibujado. Entró muy poco en juego. Enseñó un estilo blando, con la posición perdida y una escasa intensidad. Parecía fuera de sitio.

El mejor del primer tiempo, con presencia, distribución de juego y un buen gol. Tras el descanso perdió la posición con frecuencia, con menos consistencia.

Está muy lejos de su nivel habitual. Le faltó rapidez y serenidad para aguantar el balón. Apenas creó peligro. Se quedó en amagos. Lanzó bien el penalti.

Intervino poco y con escasa fortuna, pese a la voluntad de sumir protagonismo con el balón. Fuera de sitio baja su potencial. Error del banquillo.

Participó en algunos intentos de ataque, pero con un estilo tímido y sin suerte. Se quedó en intentos. No dio sensación de peligro. Flojo.

Voluntarioso. Da lo que sabe. No se le puede pedir más. Se limitó a hacer faltas, alguna a destiempo, con una tarjeta nada más salir.

Se dejó notar poco. Entró en la fase final de desconcierto del Sporting, casi sin ocasiones de entrar en contacto con el balón. En ataque no le tocó.

Salió sin extremos, con algunos jugadores fuera de sitio. Al principio tuvo el equipo ordenado., hasta que Hidalgo le sorprendió por alto.

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