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«No pienso en otra cosa que no sea en el color amarillo del Alcorcón», proclamó este mediodía José Luis Martí, que subrayó las prioridades y su proclama de trabajar «semana a semana». Regateando con cintura la cercanía del derbi de la próxima semana en ... El Molinón, el entrenador del Sporting aseguró que no ha percibido ni permitido «ningún tipo de relajación» y proclamó que no pierde «ni un ápice de tiempo» mirando más allá del día a día.
«Los tres puntos de Alcorcón son vitales y los necesitamos como el que más», subrayó el técnico balear, que no podrá dirigir al equipo desde el banquillo tras su expulsión el pasado domingo en Burgos. Una situación inédita que afronta «relativamente tranquilo», escudado en su cuerpo técnico y la voz de mando de Fabián Rivero. Tras «prácticamente toda la vida juntos», cree que el canario «va a corregir de la misma manera» que lo hace él y le otorga «total libertad», aunque estarán en contacto durante los 90 minutos.
Receloso ante un Alcorcón que ve «en su mejor momento de la temporada», ve a los madrileños potenciados por sus refuerzos en el mercado invernal. «No debemos confundirnos. Independientemente de la clasificación del rival, es potente», alertó el exmediocentro, que lamentó una vez más las bajas de por sanción de Djuka y Babin. Ensalzó su rendimiento en los últimas jornadas y aseguró que sus relevos los decidirá «al final», sin descartar un cambio de dibujo para emplear dos puntas de inicio. «Es una situación que se puede dar», señaló con mayor ambigüedad que cuando se refirió a la portería.
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«Lo lógico es que continuara 'Pichu', pero vamos a decidir semana tras semana», señaló tras indicar que los últimos resultados positivos aumentan la probabilidad de no efectuar cambios bajo palos, a pesar de destacar el buen trabajo durante la semana de Mariño. Elogioso también con Campuzano, explicó que el atacante catalán «interpreta el futbol espectacularmente bien». «Es un chico que nos encanta», apostilló, explicando que «por circunstancias de partido» no ha tenido apenas minutos apenas a sus órdenes, pero augurando que «va a tener posibilidades».
Martí, que se definió como «una persona muy exigente» con sí mismo y con los de su alrededor «para ser mejores». «Estamos en el camino», señaló antes de que aflorase su ambición para conseguir que los rojiblancos sean «más sólidos» y consigan generar más ocasiones de peligro. «Son dos empates y una victoria. Somos el Sporting y vivimos de victorias», proclamó el balear, tan absorbido por el trabajo que, según indicó, apenas le da margen para comprobar si la cuenta atrás del derbi ya se palpa en las calles. «En nuestra vida vas de casa a Mareo y de Mareo a casa», confesó, con alguna excepción de un rato libre que no le desvía el foco de «ganar mañana».
De nuevo elegante, cerró su comparecencia en la sala de prensa de Mareo con un mensaje de ánimo en su recuperación a Pablo Castañón, el jugador del Infantil B que ha sido operado esta semana por una fractura de tibia y peroné. «Es importante que todo el mundo siempre valore a los jugadores de la cantera», concluyó.
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