El heredero de Manu se hace mayor

El futbolista gijonés competía entonces en el infantil B, entrenado por Iván Díaz, ahora técnico del Racing de La Guía. «Recuerdo que tuvimos una charla antes de un torneo en Galicia, en el verano que se fue Manu. Le dije: 'Conozco a Manu de toda la vida y también a ti. Sois iguales, aunque con algún matiz diferente. Con la diferencia de que, eso sí, Manu entrena como el mejor y tú todavía no'. Era una forma de picarle un poco para que trabajara para ser cada vez mejor. Todos veíamos que Gaspar tenía muchas cosas», remata el técnico.

Desde su llegada al primer equipo, Gaspar se ha ido cociendo a fuego más lento que algunos de sus compañeros de añada, braceando para pujar por un hueco en una de las zonas más decisivas y discutidas del equipo. En abril del año pasado ya metió un pie por su buen trabajo en el filial y por la rendija que le otorgaba la ampliación de las convocatorias por la crisis de la covid. Un contexto complicado que se convirtió en un viaje de ida. «Gaspar es un jugador que tiene mucha capacidad de trabajo, de sacrificio. Un futbolista que entra bien por la banda, se asocia por dentro. Nos hemos fijado en su fútbol y en este mes de trabajo nos ha confirmado lo que pensábamos de él», valoró Miroslav Djukic. José Alberto también estudió en algún momento su subida, pero no terminó de dar el paso, frenado por su propia crisis.

El sábado, en Las Gaunas, rompió el partido. Con permiso de Djurdjevic, monumental, el canterano completó su mejor partido con el Sporting. En los 77 minutos que disputó, el canterano repartió una asistencia y provocó varios desajustes defensivos al Logroñés, incomodado con sus movimientos desde la banda izquierda al interior, bien correspondido por Manu García. «Y es que tiene solo 20 años. Va a ir a más, cada vez se va a encontrar más cómodo porque es muy trabajador y disciplinado», ponderan en Mareo. Este es su último año con ficha y dorsal del filial. El club ya le ha renovado por tres temporadas más, hasta 2024, por lo que a la pretemporada que viene se presentará con estatus de jugador del primer equipo a todos los efectos.

Aunque con Djukic debutó (en Vallecas) atornillado a la banda derecha, los técnicos de la casa coinciden en que su mejor rendimiento lo ofrece por la zurda por su mayor comodidad para buscar la diagonal y pisar zonas interiores. Su pierna buena es la diestra, pero sus apoyos en la izquierda durante la conducción evidencian un gran manejo de ambas. Ante el Sabadell, frente al que estrenó su registro goleador como profesional con un doblete, curiosamente sacudió el partido como revulsivo desde la derecha. Fue su autopista hacia el gol. Pero al otro lado del campo, a punto de cumplir los 25 partidos con el primer equipo, parece haber encontrado su mejor altavoz para darse a conocer.