Tras salir del atolladero con la victoria más holgada de la temporada y esquivar una vez más la destitución, David Gallego ensalzó el «grandísimo partido» completado por el Sporting en Anduva. «El equipo ha entendido muy bien los pasillos que teníamos que tapar«, explicó el ... entrenador rojiblanco, que considera que sus jugadores mostraron un nivel »espectacular« en esa faceta y supieron esperar su momento para encarrilar el triunfo.
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«Hemos hecho un partido muy completo», resumió el técnico catalán, que se mostró «feliz» por mantener la portería a cero, la actitud de los cambios y por elevar la competencia interna. «Se ve que el equipo acaba los partidos yendo a más», indicó, satisfecho porque sus jugadores trasladasen al césped «muchas de las cosas que habían hablado» para conseguir una victoria dedicada a la afición desplazada. A ese más de medio millar de seguidores sportinguistas presentes en Miranda de Ebro les dedicó Gallego el buen resultado tras las decepciones esta temporada en Ponferrada o Valladolid. «Los esperamos en El Molinón, porque es un partido que hay que ganar sí o sí», señaló el de Suria, que aludió al cambio de puntería para explicar «la contundencia del resultado».
«Somos los mismos que la semana pasada. La idea es la misma. Hemos estado acertados, otros días lo hemos estado menos», aseveró. Después de que la preocupación se disparase en el sportinguismo por la sustitución de Jony tras la dura entrada recibida en la segunda mitad, Gallego explicó que el cangués ya le había dicho en el descanso que «no creía que aguantase mucho» y el cambio se fundamentó más en las molestias musculares que en el golpe. «Estoy aprendiendo de todo lo que me pasa, lo positivo y lo que no es tan positivo. Me encuentro igual que hace tres horas, motivado, con muchísima ambición y creyendo mucho en este equipo», expuso, esperanzado con la evolución de un equipo que ahora observa con «muchas alternativas». En ese sentido, elogió el esfuerzo de un vestuario al que «no se le puede recriminar absolutamente nada» y su nivel de ambición, reflejada en una charla con Pablo Pérez tras el pitido final acerca de una disputa ya con 0-3 en el marcador.
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Tras una leve pausa de cálculo sobre las jornadas que faltan hasta la conclusión del campeonato y los puntos en juego, el entrenador sportinguista aseguró que ve posible alcanzar la sexta plaza. «Estamos a tiempo», proclamó antes de que aflorase, a renglón seguido, la prudencia en su discurso. «Para hacer 45, primero hay que hacer 3. Vamos a pensar en la Ponferradina y luego ya veremos qué pasa», matizó, argumentando ese discurso con el símil de una escalera y la necesidad de subir primero el peldaño más inmediato para seguir escalando. «Este equipo necesita encadenar un par o tres de victorias para generar esa confianza y no la hemos tenido desde hace muchísimo tiempo», sostiene, con la mirada puesta ya en un duelo ante la Ponferradina, en un choque «de seis puntos».
El entrenador rojiblanco se impuso en el pulso táctico a Lolo Escobar, al que elogió por su propuesta tras un choque que podría poner el punto final de su andadura en el banquillo del Mirandés. «Sé cómo funciona esto. Solo me dedico a trabajar, a intentar sacar rendimiento al equipo y, a partir de ahí, nadie me va a meter presión, me la meto yo mismo con mi trabajo. Soy el mismo de hace tres horas», señaló el técnico rojiblanco. «No me distorsiona nada. Ni hoy ni cuando me retire, que espero que sea muy lejos», enfatizó.
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