Djuka acaba con la tortura

Reformado el Sporting, con la vuelta de Valiente, el doble pivote físico y la titularidad del canterano Santamaría, con Nacho Méndez de palanca, el partido nació y maduró gripado. Al tran-tran, parsimonioso. Copero y con El Molinón de libranza. Solo acudieron un pequeño retén de aficionados. Abajo, en el piso, si había algún cambio de marcha era por el desboque de Aitor, el más frenético de todo el reparto, y las ganas del debutante Santamaría. Faltaban elementos imaginativos como Pedro y Villalba, a sumar con el picante de Djuka. A ritmo de galeras, se consumió el tramo inicial. El Alcorcón era orden. Poco más. Suficiente para sedar el choque.

De todo esto resultó un sopor de encuentro, con los madrileños buscando pasar el trago con honra para regresar a Alcorcón. Y lo hicieron con honores, pese a que miraban más al fin de semana, en el que se juegan el cocido. Lo confirmó el descabalgamiento de todo su equipo titular que hizo Fran Fernández. Su apuesta fue de meritorios y novatos. Por ahí se coló el gijonés José Aurelio. De vuelta a casa, aunque como forastero. Gallego, mientras, iría reclutando titulares. El alfarero Córdoba fue el primero que encontró el mapa hacia una portería, la de Mariño. Su zurdazo lo amansó sin problemas el meta. Siguió el balón moviéndose con cadenas, sin 'uys'. Poco engrasado el doble pivote y demasiada retórica con la pelota. Sin marcha, mareado el balón en horizontal, el poco público presente empezaba a mosquearse. Hasta Gallego. Nacho Méndez se llevó algún tirón de orejas de la grada.

Pero el disgusto del luanquín se esfumó con su emboque, de camino a la caseta. Borja rompió la rutina con un pase largo. A por la pelota salió José Aurelio, con empanada de Escobar. El central, compatriota de 'Puma', despejó con dos dedos. Y Nacho, con el gatillo en la recortada, superó al meta gijonés con una 'picadita' de libro. Esa fue la diferencia en una contienda atragantada, democrática, sin ocasiones ni profundidad. De bajo voltaje.

A Gallego se le vio con el morro torcido, ansioso por dar palique al fútbol energético del pasado viernes. Ya salió del intermedio con Djuka, relevo de Christian Rivera, y cambió a Valiente por Berrocal. Lo del mediocentro, por una lesión muscular, con el técnico teniendo la despensa vacía de soluciones ya por el parte médico. Gaspar presentó al Sporting de la segunda mitad con una fina maniobra y un disparo. Tumbó costillar José Aurelio.

Gol de Djuka

Algo más atrevido se vio el once de Gallego, empezando, sin embargo, a mostrar tiritona en su parte trasera, sobre todo por la zona de Bogdan y Berrocal. Con el campo base adelantado, abierta la trastienda, el Alcorcón ingenió una contra de libro en un pase largo hacia la carrera de Córdoba. Perseguido a la desesperada por Bogdan, el extremo regaló el gol a Al Badaoui. Otra contra para despelotar a los gijoneses, muy vulnerables en estas situaciones. Que Gallego, en un pellejo delicado, no se tomaba el partido como un 'bolo', quedó claro en el siguiente movimiento del técnico. Villalba y 'Puma', al campo. Gaspar quitó algo de óxido a un atribulado Sporting con un pateo lejano.

Más dinamitero con los cambios, con la magia de Villalba y la estampidas del extremo panameño, el equipo empezó a rondar con mejor pinta a José Aurelio. El Alcorcón, forrado con defensa de cinco, respondía bien. Tuvo el gol descorchador 'Puma' de camino al noventa, pero el poste izquierdo de la portería de José Aurelio le birló la gloria. Kravets ventiló el lateral izquierdo. Y el partido siguió de color plomo, con mal aspecto de los de casa, que ya habían reunido a una mayoría del equipo titular.

Con muy poco del Sporting y la grada de morros, el choque se zambulló en la prórroga. Empezaba a calar el disgusto y el frío en el personal, sin poder alegrar la pestaña. Seguía el atasco y un dominio alterno. Una fea despedida de año para El Molinón por más que la Copa se haya depreciado para los equipos con urgencias. El Alcorcón, además, se dio un par de alegrías a balón parado. Dos sustos para el Sporting.

A un par de jugadas del intermedio de la prórroga, Djuka cazó un remate duro de Gaspar, rebotado por José Aurelio, y cantó bingo. El tanto maquilló la sensación de suplicio. Y el triunfo coloreó algo al Sporting. Pero el Alcorcón no entregó la cuchara. Tuvo a la tropa de Gallego con las orejas tiesas hasta casi el final, cuando hincó la rodilla. El internacional por Montenegro se relamió con el tercero en la última jugada, tras un centro de Kravets. Y 'Puma' perdonó el suyo tras una exquisitez de Djuka. José Aurelio subió al remate del último bombeo del Alcorcón, pero fue el Sporting el que marcó en la contra, un gol de Villalba, anulado por un fuera de juego que no existía.