«Hay una sintonía máxima con el consejo»

«Me parece una falta de respeto decir que tenemos que ganar con la 'chorra'», espetó el de Suria, que apoyó su argumento en el sufrimiento que acompañó ayer al Sevilla, que tuvo que acudir a la tanda de penaltis para imponerse en su eliminatoria ante el Andratx, equipo de Segunda RFEF. «Ganar nos tiene que dar un chute de energía en todos los sentidos», proclamó el catalán, que destacó en reiteradas ocasiones su satisfacción por el esfuerzo de sus jugadores, pero sin ocultar que «hay cosas que mejorar». «El nivel de acierto nos está penalizando mucho», indicó el catalán, que no ocultó que el juego desplegado no fue el más brillante, pero subrayó que a la situación que viven los rojiblancos «solo se le da la vuelta creyendo y esforzándose como se ha esforzado».

Gallego confesó que la sustitución de Christian Rivera al descanso se debió a que el propio pivote pidió el cambio por una molestia en el aductor que le sembró la duda de una posible rotura muscular. También señaló que la de Marc Valiente obedecía a un cambio programado y expuso que percibe una mejoría en las últimas semanas. «El equipo es mucho más reconocible», defendió antes de insistir en que tiene una «pasión increíble» por su trabajo y lo disfruta mucho a pesar del contexto que rodea al equipo. «El crecimiento de verdad es cuando las cosas no van bien», explicó, apostillando que «ojalá vayan bien y crezca menos».

«El equipo ha ganado, veo a la gente feliz. Eso reconforta», defendió sobre el efecto del partido de ayer. «Lo que ha pasado nos tiene que ayudar para el presente. Ver quién está con nosotros, quién no nos está apoyando. Eso lo que hace es unirnos más como grupo», argumentó acerca de las dificultades superadas. Respecto al encuentro de este sábado en Ibiza, proclamó que es «un partido que tenemos que afrontar como una final».

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Gallego rebobinó sobre el episodio de alta tensión vivido el pasado viernes tras el partido ante el Huesca e incluso bromeó sobre él al expresar el contacto que tuvo con Javi Rico, Ramón de Santiago y Javier Martínez antes del inicio de la eliminatoria de Copa. «Hay una sintonía máxima. Evidentemente que hay una cierta preocupación por parte de todos porque en Liga de los últimos diez partidos llevamos tres puntos. No tengo ninguna queja por parte de ninguno y por la de ellos la única que puede ser es la del otro día», explicó antes de reiterarse en las disculpas. «Entiendo que en el Sporting no tenemos que dar esa imagen. Eso lo provoqué yo», indicó. Agradecido al apoyo de la afición, a la que definió como «la mejor» por su apoyo ahora que no vienen bien dadas, asume el runrún sobre el banquillo y el riesgo de la destitución. «No depende de mí. No puedo ir tapándole la boca a la gente. Lo única forma en la que puedo aislarme de esto es centrarme en mi trabajo», señaló. «Salgo por la calle y las muestras de apoyo que recibo son increíbles», agregó.