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El 2025 está a punto de iniciarse y con él las nuevas esperanzas y propuestas marcadas para el nuevo año. Además, el 1 de enero es una fecha significativa en el mundo del fútbol. Primero porque comienza el mercado de fichajes invernal, donde el Sporting acudirá para firmar a dos futbolistas. Y en segundo lugar es el día en el que los jugadores que se encuentran en su último año de contrato, se convierten en 'agentes libres' para poder negociar con cualquier equipo, sin necesidad de comunicárselo al club en el que militan.
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Desde hace unos años, se creó esa norma para que los futbolistas tuvieran cierta libertad a la hora de poder elegir y negociar su futuro. Un añadido extra al trabajo de las secretarías técnicas de los clubes, que intentan que ningún futbolista al que consideran importante llegue a esa situación.
Róber Pier llegó a Gijón como un refuerzo de lujo para el centro de la defensa. Un central con experiencia tanto en Primera como en Segunda División. Ramírez destacó de él su gran virtud de sacar el balón jugado y también de poder actuar como centrocampista defensivo. Precisamente dicha polivalencia puede ser clave para que Rubén Albés decida no fortalecer el centro del campo tras la lesión de Jesús Bernal. El técnico gallego también aprobaría la posibilidad de utilizar como mediocentro en caso de ausencia. Lo cierto es que el rendimiento del rojiblanco ha pegado un bajón significativo desde que no juega junto a Pablo Insua. Esta temporada está teniendo actuaciones irregulares que han hecho dudar a los dirigentes para ofrecerle un nuevo contrato. Su futuro se tratará más adelante. No parece ser una gran prioridad para la secretaría técnica. Desde el martes podrá negociar con cualquier club, aunque el propio Róber Pier ya dejó claro en más de una ocasión que su intención es la de poder continuar en el Sporting. En Gijón es feliz y es una de las piezas claves de Rubén Albés. Es uno de los jugadores con más minutos de la plantilla.
En el caso del Sporting, hay hasta seis jugadores de la primera plantilla, además de Rubén Albés, que desde el martes podrán negociar su futuro con total libertad independientemente de los deseos del club rojiblanco. Así pues, Gerardo García y su equipo de trabajo tendrán también que 'currar' a contrarreloj.
Lander Olaetxea fue uno de los primeros fichajes del Sporting el pasado verano. Fue una de las peticiones expresas de Rubén Albés para entrenar al cuadro rojiblanco. Con el centrocampista coincidió en el Albacete y desde el primer momento el técnico tuvo claro a quién quería para ser el termómetro del equipo. Todos y cada uno de los planteamientos que ha propuesto el cuerpo técnico en los 21 partidos que se han disputado hasta la fecha pasan por Olaetxea. Si bien es cierto que le costó hacerse con la manija del equipo en las primeras jornadas, el paso del tiempo le ha dado la razón a Albés. Es titular indiscutible en el Sporting. Juega como tercer central cuando el equipo inicia el juego desde atrás, pero también se convierte en un centrocampista con llegada cuando el entrenador le deja cierta libertad de movimientos. Junto a Dubasin es el fichaje que más y mejor rendimiento ha ofrecido. Su contrato con el Sporting expira el próximo 30 de junio. Tan solo firmó por una temporada con una segunda marcada por un objetivo; el ascenso. En el caso de que no se produzca, el Sporting tendría que negociar la renovación de un futbolista cuyo futuro podría estar ligado también al de Rubén Albés. Al fin y al cabo es el técnico que mejor rendimiento le saca y el que le convenció para jugar en Gijón.
En principio, se entiende que la secretaría técnica tiene bajo control tanto las negociaciones como los deseos de los jugadores para que continúen en Gijón. De no ser así, estarán tomando un riesgo innecesario que podría privarles de la renovación de alguna pieza clave para el futuro.
¿Qué hacer con Campuzano? Es la gran pregunta por resolver en la Escuela de Fútbol de Mareo. Las fortalezas y debilidades de este futbolistas dejan la balanza más equilibrada de lo esperado después de tantos años en Gijón. La apuesta por el delantero fue de David Gallego. Llegó al Sporting hace cuatro años y sus actuaciones han estado marcadas por luces y sombras. Las lesiones le han mermado y prohibido de una continuidad que le hubiesen hecho mejor futbolista de lo que es. Pese a no poder completar una temporada sin pasar por la enfermería, ha demostrado ser el delantero con más gol del equipo. Lo hizo desde el primer día. Esta temporada se le está tratando con especial cariño y parece que su cuerpo reacciona perfectamente a los cuidados. En cuanto tiene oportunidad de marcar, lo hace. Una cualidad al alcance de muy pocos futbolistas. La gran incógnita es saber hasta cuándo y cuánto le pueden respetar las lesiones. De no ser por eso, sería un delantero para muchos años en el Sporting. Será el club el que decida si corre el riesgo con el delantero o no. Es una decisión complicada de tomar porque el gol lo tiene, pero las lesiones son impredecibles.
Un caso de éxito en las oficinas de Mareo es la prolongación de su compromiso con el Sporting de Guille Rosas. El club quiso dejar selladas las conversaciones con el lateral antes de que este pudiera estudiar otras propuestas lejos de su ciudad natal.
No sucede igual con los casos de Nacho Méndez y Pablo García. Ambos canteranos, con los que ya se han iniciado las negociaciones, serán libres el próximo martes, lo que les permitirá poder incluso firmar su futuro con otro club sin tener la obligatoriedad de comunicárselo antes al Sporting.
Ya lo ha dicho por activa y por pasiva. Su futuro se tratará al final de la temporada, hasta entonces no quiere oír hablar de lo que puede suceder con él en el Sporting. El caso de Cote es el más peculiar de todos los miembros de la primera plantilla que finalizan su contrato en 2025. Y no es para menos. El de Roces no es un futbolista cualquiera en el Sporting. Rechazó ofertas para regresar a su equipo de siempre e intentar devolverlo a Primera División. Fue el gran nombre en la primera toma de contactos del Grupo Orlegi con el sportinguismo. El mismo verano que los mexicanos compraron el club, El Molinón abrió sus puertas para recibir a varios fichajes. El más aclamado fue Cote. Después de recorrer medio mundo como jugador, el lateral firmó con el Sporting por dos temporadas con una tercera opcional. A seis meses de cerrar su tercer año en Gijón, su futuro está en el aire y no se conversará de él hasta que termine la competición. Solo él sabe lo que será de su futuro y de qué depende para que pueda tomar un camino u otro. También habría que conocer la decisión del club sobre la posible continuidad de un jugador que comparte puesto con Pablo García.
Tanto el lateral zurdo como el centrocampista quieren seguir vistiendo la camiseta rojiblanca y el club tiene el deseo de que así sea, pero hasta el día de hoy no se ha llegado a ningún acuerdo con ninguno de los dos futbolistas para asegurar su presencia en Gijón las próximas temporadas.
Cote también finaliza su contrato con el club de su vida, aunque su caso es diferente. Renovó su compromiso por un año el pasado verano y ahora espera a tomar una decisión sobre su futuro. Ya aseguró en más de una ocasión que su parecer lo comunicará al final de la presente temporada.
No parece que nada ni nadie se vaya a entrometer en los caminos que unirán a Pablo García y el Sporting los próximos años. Al menos eso es lo que se desprende de las declaraciones del futbolista tras el último partido liguero en El Molinón. «Creo que todo terminará por el buen camino», comentó el lateral en el interior del estadio. La conversaciones para que continúe defendiendo la banda izquierda rojiblanca ya se han iniciado. Las dos partes quieren entenderse y no parece que se vayan a torcer las negociaciones para que Pablo García renueve su compromiso con el Sporting. Puede ser el siguiente después de que su amigo y compañero de fatigas Guille Rosas firmara hace unos meses su nuevo compromiso con la entidad gijonesa. Pablo García se ha ganado la continuidad en Gijón en el terreno de juego. Sobre todo durante esta primera mitad de la temporada cuando ha ganado protagonismo a Cote en el lateral izquierdo. El canterano estuvo las dos pasadas temporadas bajo la sombra de experimentado rojiblanco, pero este curso le ha relegado a un segundo plano hasta el punto de sumar 1.036 minutos de competición por los 855 minutos que acumula Cote.
Estos tres son los canteranos del primer equipo que concluyen su compromiso con el Sporting el próximo 30 de junio, pero hay más jugadores que se encuentran en una situación similar.
Róber Pier, Campuzano y Olaetxea no tienen asegurada su continuidad en Gijón la próxima temporada. Bien es cierto que cada uno es un caso muy diferente en el que la dirección deportiva tendrá que decidir si desea que continúen o no.
Además, Gerardo García tiene ante sí el reto de convencer a Rubén Albés para que firme una extensión de su contrato. El técnico, que firmó por un año con el Sporting el pasado verano, es del agrado de los dirigentes rojiblancos, pero hay que sentarse con él para negociar su continuidad. No será una tarea sencilla, el final del curso y las opciones económicas del club motivarán la decisión final de las dos partes.
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