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Siete años y cuatro meses después de que Nacho Méndez vistiera por primera vez la camiseta del Sporting en el fútbol profesional, el luanquín cumple 200 partidos como rojiblanco. Lo hará, si no hay ninguna novedad en los próximos días, en un escenario y ante un rival especial; en el Carlos Tartiere frente al Oviedo.
La carrera profesional del centrocampista ha estado marcado por las luces y las sombras. Su debut en Segunda División se produjo cuando tenía 19 años de edad. Paco Herrera, en su única campaña como inquilino del banquillo rojiblanco, fue el técnico que le ofreció la alternativa para participar en la medular y Méndez no desaprovechó la ocasión.
En aquella pretemporada ya dejó claras sus intenciones de formar parte del primer equipo. Estuvo a caballo entre el filial, que por aquel entonces jugaba en Segunda División B, y la categoría de plata del fútbol profesional. Once participaciones con cuatro titularidades en una campaña en la que vivió un cambio en el banquillo. Ya que el curso lo terminó Baraja con la frustración que supuso perder en el 'play off' de ascenso.
A partir de entonces, el crecimiento de Méndez ha sido constante. Al menos en cuanto a su participación e importancia en el equipo se refiere y eso que en ocasiones se ha cuestionado su juego por un sector de la grada, que le reprochaba su falta de consistencia. Sus dos y tres tantos en su segunda y tercera temporada respectivamente, dejaron entrever que estábamos ante un futbolista de toque pero también con llegada al área rival.
Su peor campaña coincidió con el COVID-19 y el regreso de su gran amigo Manu García al Sporting. Perdió protagonismo en el once inicial en una temporada marcada por la ausencia de público en los estadios. En aquella plantilla también se encontraba Javi Fuego, una figura con mucha ascendencia sobre los jugadores jóvenes de la cantera. A ellos les aconsejaba ser ejemplares en el campo pero también fuera de él, elevando los cuidados para tener una carrera larga. En su tercera y cuarta temporada completas en el primer equipo su rol fue decreciendo. No fue fácil para él cargar con el peso de ser un futbolista de casa exigido desde el primer día para rendir por encima del resto. Su estilo de juego no encajó y se ganó incluso la crítica de una parte de la grada.
Hace dos temporadas, Nacho Méndez vivió la cara más dura del fútbol. El 30 de septiembre de 2020, en Tenerife, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. En medio de un curso en el que Abelardo no había contado apenas con él y justo en el momento en el que volvía a emerger en las alineaciones. Un duro golpe del que salió más fuerte que nunca.
La vida de Méndez sufrió un giro de 180 grados desde aquel fatídico día en el Heliodoro Rodríguez López. El año pasado fue su mejor participación como futbolista profesional. Fue el año en el que más minutos acumuló, cuando más importante se sintió y más goles realizó. Méndez cerró la temporada con cinco tantos. Buena culpa de ello la tuvo Miguel Ángel Ramírez. El técnico canario le dio los mandos de la nave durante un curso que parecía de transición y en el que el equipo se quedó a las puertas del ascenso tras perder en la primera eliminatoria del 'play off' ante el Espanyol. En el recuerdo de muchos sportinguistas está el golazo que anotó en el derbi y que permitía cambiar la dinámica negativa de los rojiblancos en los partidos de rivalidad.
El próximo 11 de enero cumplirá 200 partidos con la camiseta del Sporting. En un año también importante para él. Es uno de los cuatro capitanes del equipo en el que siempre quiso triunfar. Su papel sobre el terreno de juego también quiere que se vea reflejado en su próximo contrato. El luanquín termina su compromiso con la entidad rojiblanca el próximo 30 de junio. El próximo 1 de enero se convertirá en agente libre y tendrá vía abierta para escuchar otras propuestas sobre su futuro.
En ese sentido, el Sporting se ha arriesgado a que pueda abandonar Gijón sin dejar nada en las arcas del club. A pesar de que las conversaciones para ampliar su contrato como rojiblanco se iniciaron hace unos meses, lo cierto es que las negociaciones están estancadas a día de hoy.
El club le ha hecho llegar una primera propuesta a la baja. Pese a que los dirigentes ven en Nacho Méndez un futbolista sobre el que tiene que crecer la base del futuro Sporting, las condiciones ofrecidas poco no colman de momento las aspiraciones del futbolista, que está dispuesto a realizar sacrificios para quedarse en el club de su vida. Ahora mismo la pelota está sobre el tejado de la entidad. El entorno del futbolista espera por una segunda propuesta que se aproxime a las pretensiones del rojiblanco. Mientras tanto, el curso continúa y Méndez soplará las velas en el derbi del sábado 11 de enero.
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