César Gelabert: «El sistema de Albés me resulta atractivo»

César Gelabert ya luce los colores rojiblancos. El futbolista del Toulouse de la Ligue-1, que llega como cedido por un año al Sporting con una opción de compra, fue presentado esta mañana en Mareo, donde antes ya se sumó a su primera sesión de entrenamiento junto a sus nuevos compañeros. Lo poco que ha visto hasta ahora del club y el equipo le ha gustado. «Conocía a Gaspar, a Pablo, el preparador físico… Hay un grupo humano espectacular. Quiero adaptarme lo antes posible para ayudar al máximo al equipo».

El mediapunta lleva todo el verano haciendo la pretemporada con el Toulouse por lo que su estado físico es bueno. Tanto, que quiere estar ya disponible para el partido del sábado ante el Eldense. La decisión estará en manos de Rubén Albés, que aún cuenta con el entrenamiento de mañana para decantarse. Gelabert llega a Gijón con conocimiento de la ciudad y del club. Su padre, Juanmi, fue jugador rojiblanco durante dos temporadas, cuando el nuevo futbolista del Sporting tenía apenas cinco años. «Esos años fueron muy bonitos. Recuerdo a la afición, la playa, El Molinón. Hay un partido contra el Cádiz que nunca olvidaré en el que el Sporting ganó por 5-4».

La vinculación emocional con la ciudad y el club ha pesado a la hora de tomar una decisión. Gelabert, que se formó en la base del Hércules y pasó en juveniles al Real Madrid, donde llegó al filial, jugó dos temporadas en el Mirandés. Allí coincidió con Joseba Etxeberria, actual entrenador del Eibar, uno de los clubes que quería incorporarlo. «La decisión de venir al Sporting fue fácil. El club se puso en contacto conmigo y me hizo una ilusión especial. Aquí empecé a jugar al fútbol. Es una felicidad muy grande para mí y mi familia».

El proyecto deportivo también tuvo su influencia. Gelabert se enfrentó al Albacete de Rubén Albés durante su estancia en Miranda de Ebro, un equipo que le gustó. Una larga llamada telefónica con el entrenador del Sporting sirvió para despejar aún más las dudas. «Hablé con él y quiere de mí que juegue como mediocentro ofensivo, buscando el último pase y la portería». No obstante, el jugador está abierto a jugar donde le coloque el preparador en función de las necesidades de cada partido. De lo que está convencido es de que el estilo que trata de imprimirle Albés al Sporting se amolda a sus características. «Tengo que adaptarme, pero su sistema es atractivo para mí».

El Sporting llegó en la pasada temporada al 'play off' y la exigencia en la presente campaña va a ser igualar o superar lo conseguido. El futbolista, amigo del «trabajo diario» más que de las cábalas deportivas a largo plazo, es consciente de la exigencia con la que se convive e este club. «La Segunda es muy difícil, pero hay que ser optimistas. Somos el Sporting y tenemos que optar a lo máximo». De lo que no hay duda es de que la ciudad está volcada con el equipo. «Gijón es un lugar en el que se vive el fútbol. Que haya 22.000 o 23.000 personas en el campo es algo que motiva mucho».

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