El Ayuntamiento de Gijón tiene un plan de 26 millones para un Molinón de 40.000 asientos

No es la primera vez que la idea de ampliar el estadio de El Molinón para llegar a la cifra de los 40.000 asientos está sobre la mesa. En el año 2009, con José Ramón Tuero como concejal de Deportes, Gijón, junto con Oviedo, estaba en la carrera para optar a ser una de las sedes del Mundial 2018, en una candidatura conjunta entre España y Portugal. La exigencia de la FIFA era la misma que ahora: el estadio debía aumentar su capacidad para llegar a los 40.000 asientos si los promotores querían que se disputasen allí partidos del Mundial. Así que el Ayuntamiento contrató al estudio de Ramón Palat. «La premisa era cómo ampliar con el menor coste posible y que fuera viable», recuerda el arquitecto.

La cifra mágica de los 40.000 asientos se ha vuelto a poner ahora sobre la mesa con la candidatura de Gijón para ser una de las sedes del Mundial 2030 al que opta la candidatura formada por España, Portugal y Marruecos. Pero las circunstancias son bien distintas a las de 2009. El primer planteamiento que el Ayuntamiento de Gijón, promotor entonces de la iniciativa, recibió del estudio de Ramón Palat presentaba dos alternativas de recrecido con un coste de 20 millones de euros la primera y 20,9 la segunda. El costo a día de hoy, según fuentes conocedoras del sector de la construcción, serían un «35% más elevados», lo que deja unas cifras de entre 27 y 28,2 millones de euros. Un proyecto que entoces se guardó en un cajón después de que Rusia fuese elegida sede del Mundial 2018.

Los tiempos sobre el actual proyecto para El Molinón, estadio de propiedad municipal, los está marcando ahora el Grupo Orlegi, propietarios del club. La actuación, de la que se han dado pocos detalles, contempla mover unos metros el campo, incrementar las zonas comerciales, construir un aparcamiento subterráneo de dos plantas y levantar dos torres que servirían para financiar un proyecto que se estima en el entorno de los 300 millones de euros. «A estas alturas deberíamos tener más certezas. Sigo muy ilusionado, pero me parece que no estamos corriendo lo que deberíamos. A día de hoy, Orlegi es el que nos marca el paso de baile. Queremos bailar y la música nos gusta», afirmó José Ramón Tuero el pasado 24 de mayo en una entrevista con este periódico.

El pleno en el que se elegirá a la persona que ostentará el bastón de mando en el Ayuntamiento es el sábado 17 de junio y quien tiene más posibilidades de conseguirlo es Carmen Moriyón, líder de Foro, dando el relevo a la socialista Ana González y al equipo de Gobierno de PSOE e IU. Las declaraciones públicas de Foro sobre el proyecto de Orlegi para El Molinón son de apoyo a una iniciativa que, sostienen, puede ser buena para Gijón. Pero la nueva Corporación deberá ver la letra pequeña de una iniciativa de la que poco concreto se sabe.

Mientras, guardado en un cajón, hay un anteproyecto con dos alternativas para que El Molinón cumpla con la principal premisa que exige la FIFA para que Gijón pueda ser sede del Mundial. «Sobre la idea que presentamos al Ayuntamiento se puede trabajar para lograr una cosa lógica, racional, atractiva, funcional y con una inversión contenida», sostiene Ramón Palat, cuyo estudio firmó los recrecidos de las gradas norte y oeste.

La primera de las alternativas presentadas por el estudio de Ramón Palat tiene como objetivo igualar la altura de las cubiertas de todas las tribunas. Así, la sur y la norte pasarían a contar con un nuevo anillo superior, con capacidad para 2.923 nuevos espectadores en cada una de ellas. La Tribunona contaría también con una ampliación dividida en dos sectores que permitiría sumar 2.490 espectadores en la grada superior y otros 4.004 en un nuevo sector. La actuación se completa con un recrecido de los córneres de la tribuna oeste, que incrementarían la capacidad del estadio en 1.594 aficionados. Sumando los incrementos a las plazas actuales, el estadio pasaría a contar con 40.001 asientos en una actuación presupuestada en 2009 en 20,9 millones de euros, unos 28,2 con los precios actuales.

La segunda alternativa que se presentó al Ayuntamiento se basa en elevar e igualar las cubiertas de las tribunas este y oeste. En este caso, la tribuna norte sería la única sobre la que no se actuaría. Los incrementos de asientos se dividen en 606 en la tribuna sur, con una nueva grada superior; 2.582 con la ampliación de la grada superior de la tribuna este; y otros 8.584 en la tribuna oeste. La actuación se completa con 1.594 nuevos asientos en los córneres de la tribuna oeste para llegar a un total de 40.039 asientos. Ambas fueron presentadas ante representantes de la Real Federación Española de Fútbol en el año 2009. «El plazo de ejecución puede andar en el entorno del año y medio. Habría que hacer una planificación para que interfiera lo menos posible en la competición», recomienda Ramón Palat.

En el debate sobre la idoneidad de llevar El Molinón hasta los 40.000 asientos para optar a ser sede del Mundial está también la cuestión de si el Sporting tiene suficiente masa social para que el campo presente buen ambiente los días de partido. En este sentido, en la visita que una delegación de la candidatura España 2030 hizo a Gijón semanas atrás se planteó la posibilidad de que el proyecto de Orlegi se realizase de forma modular, de manera que se pueda recuperar un aforo más razonable tras el fin del Mundial.

Lo que tiene claro la actual propiedad del Sporting es que el campo necesita una remodelación, sea Gijón o no sede mundialista. La dirección que tome el proyecto se verá en las próximas semanas, aunque los plazos apuran y desde la propia Real Federación Española de Fútbol ya se advirtió de la necesidad de concretar el proyecto, sobre todo en lo que se refiere a la financiación. Mientras se aclara el futuro del estadio más antiguo de España, un proyecto con un coste ajustado duerme en un cajón del Ayuntamiento.

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