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A. S. González
Oviedo
Domingo, 24 de julio 2022, 04:07
23 de enero de 2022. Nigel Malt se presenta furioso en casa de su esposa, de la que estaba separado, y en la que la mujer vivía con sus hijos. Iracundo, discute con su hija Lauren y amenaza a su novio con una palanca. Después, atropella y aplasta repetidamente a la joven de 19 años, a la que posteriormente lleva a un hospital, en donde certifican su muerte
El hombre acaba de ser declarado culpable de asesinato por el Tribunal de Norwich (Reino Unido) en un veredicto alcanzado tras casi un día de deliberación y que rechaza el argumento de la defensa, que tachaba de accidente lo ocurrido. Según esa versión, Malt habría pensado que chocaba con un cubo de basura en lugar de contra el cuerpo de su descendiente.
Un examen post mortem del cadáver reveló que la muerte se produjo por «lesiones traumáticas significativas en el pecho y el abdomen». La joven británica presentaba «moretones, laceraciones y lesiones aplastantes en la cabeza, el torso, los brazos y las piernas«.
El fiscal Andrew Jackson defendió en la corte que el acusado la «aplastó hasta la muerte» y lo hizo tras el «fracaso en su intento de infligir violencia» al novio de Malt y de que ella le ordenara que se fuera a casa. «Estaba consumido por la ira», justificó.
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Sobre el asesino pesaba ya una denuncia por violencia interpuesta en abril de 2021 por la madre de los niños, a la que supuestamente había agredido. Entonces, había sido arrestado y puesto posteriormente en libertad bajo fianza. No asumía el distanciamiento de su familia, con la que prácticamente se había cortado toda relación.
Según el relato de los hechos de la Fiscalía, el hombre acudió en primer lugar a la tienda en la que trabajaba su ex pareja. Desde allí, y entre las 6.25 pm y las 6.52 pm, llamó hasta en 19 ocasiones al teléfono fijo de la casa. Nadie le contestó. Previamente, ya había ido en coche hasta allí.
Después, hizo tres llamadas más. La última la contestó la joven y, durante 1.06 minutos, hablaron. El contenido de la conversación es un misterio, pero, dos minutos después de colgar, el padre condujo furibundo hasta la vivienda. Hubo amenazas e intentos de agresión hasta que el hombre derribó a la joven con el coche. Primero, dio marcha atrás y condujo sobre su cuerpo; después, aceleró para volver a aplastarla de nuevo.
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