Un militar condenado a año y medio de cárcel por falsificar la receta de un fármaco contra la impotencia

El Tribunal Supremo ratifica la sentencia dictada por el Tribunal Militar

el comercio

Gijón

Sábado, 30 de julio 2022, 19:02

Era subteniente del ejército de tierra y estaba destinado en la farmacia del complejo militar El Empecinado, en Santovenia de Pisuerga (Valladolid), circunstancia que aprovechó para hacerse con tres envases de un fármaco contra la impotencia similar a la Viagra. Cuando le pidieron la receta, la falsificó.

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Por estos hechos, fue acusado de «deslealtad» y condenado a un año y medio de prisión, en una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, que refrenda la pena impuesta el pasado mes de marzo por el Tribunal Militar Territorial Cuarto.

Sus superiores comenzaron a sospechar tras descubrir que podría valerse de su cargo para hacerse con Xenical, tadalafilo y sildenafilo, fármacos utilizados para tratar la disfunción eréctil, en el segundo caso por el doble de miligramos de lo que figuraba en las recetas.

El 18 de octubre de 2019 retiró «personalmente» tres envases de un fármaco contra la impotencia, sujeto a prescripción médica, «sin estar autorizado para ello» por la capitán al mando de la farmacia, quien le instó a abonarlo y a presentar la correspondiente receta.

Así lo hizo. La prescripción médica la firmaba un comandante médico que se encontraba en otro destino del que figuraba en el membrete de la receta. El fármaco estaba escrito a boli y, como constataron después pruebas caligráficas, era un añadido de la receta original.

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La capitán detectó además que era «sustancialmente idéntica a otra de la misma fecha» que el condenado había presentado días después en la que figuraba otro fármaco para la disfunción eréctil, pero no el que cogió el subteniente. Se puso en contacto con el doctor que, en efecto, confirmó no recordar nada al respecto.

El Supremo considera probado que el delito fue «intencionado» porque el recurrente presentó la receta manipulada y sabía, además, que el médico no se lo había recetado, «con lo que es sencillo concluir que conocía la falsedad contenida.

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