![Día del Celiaco: todo lo que necesitas saber sobre la enfermedad](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202105/27/media/cortadas/celiacos-enfermedad-kI2E-U1405083667756WH-1248x770@El%20Comercio.jpg)
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El Día del Celiaco se celebra hoy y la fecha representa una oportunidad para explicar el fondo de una enfermedad de la que se habla mucho pero de la que, en realidad, se sabe poco. El 75% de personas que la padecen aún no han sido diagnosticadas, según las estimaciones de los especialistas. Aún así, el uno por ciento de la población europea la padece. Es una cuestión de predisposición genética que afecta sobre todo a mujeres con una prevalencia de dos a uno.
La celiaquía es una enfermedad multisistémica -lo cual implica que no afecta únicamente al aparato digestivo, con síntomas extra-intestinales- con base autoinmune provocada por el gluten y las prolaminas relacionadas.
El propio sistema inmunitario de quienes la padecen obliga a las defensas a reaccionar ante la ingesta de gluten. Esa respuesta daña la mucosa del intestino y destruye las vellosidades intestinales encargadas de absorber los nutrientes necesarios para mantener al ser humano sano.
Existen unos marcadores que indican la existencia de una predisposición genética que aumenta la probabilidad de padecer la enfermedad. Son lo haplotipos HLA DQ2 y DQ8. Sin embargo, presentar genética compatible no implica llegar a desarrollar la enfermedad.
Los síntomas más frecuentes son la pérdida de peso y del de apetito, la fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), los dolores abdominales, el meteorismo y la anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento.
Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico. De hecho, que solo se identifiquen uno de cada cuatro casos responde, precisamente, que durante años se ha relacionado la enfermedad exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica.
En la infancia, se asocia, según detalla la Federación de Asociaciones de Celiacos de España, a vómitos, pelo frágil, diarreas fétidas, nauseas, anorexia, irritabilidad, hipotrofia muscular, fallo de crecimiento, introversión, dependencia, leucopenia, oagulopatías, trombocitos, defectos de esmalte dental, dislexia, hiperactividad y autismo.
En la adolescencia, los síntomas más comunes son anemia ferropénica, dolor abdominal, diarrea mal absorbida, estreñimiento, meteorismo, hepatitis, estomatitis aftosa, queilitis angular, dermatitis atópicas, cefalea, epilepsia, corta estatura, retraso puberal, menarquía tardía y artritis crónica.
Los adultos pueden presentar díarrea masabsortiva, apatía, irritabilidad, depresión, stenia, inapetencia, pérdida de peso, dermatitis herpetiforme, anemia ferropénica, osteoporosis, colon irritable, estreñimiento, abortos y problemas de fertilidad, menopausia precoz, epilepsia, ataxia, neuropatías periféricas, hipertransaminemia y cáncer digestivo.
Un examen clínico cuidadoso y una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca -anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular- permitirá convertir la sospecha de la enfermedad en un diagnóstico fiable.
El conocimiento reciente de diferentes formas clínicas de enfermedad celiaca demuestra que no siempre se puede establecer un diagnóstico clínico o funcional. En esos casos, es necesaria una biopsia intestinal con la que los médicas analicen, a través de la obtención de una muestra de tejido del intestino delgado superior, si éste está dañado.
La enfermedad celiaca cuenta, en la actualidad, con un único tratamiento: la dieta sin gluten, una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y algunas variedades de avena, para toda la vida.
El compuesto carece de valor nutricional, pero tiene un alto valor tecnológico. Es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, confiriendo la consistencia esponjosa de panes y masas horneados.
La Federación de Asociaciones de Celiacos de España recoge varias recomendaciones, más allá de eliminar el gluten. Entre ellas, consumir productos naturales o genéricos; es decir, los que son libres de gluten por naturaleza.
Además, abogan por abandonar los productos a granel por el riesgo de contaminación cruzada, las etiquetas con la declaración «muy bajo en gluten» porque contienen aún entre 20 y 100 ppm de la proteína.
Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que contienen menos de 20 ppm de gluten y son aptos para personas celiacas. Al adquirir productos elaborados y envasados, es recomendable que los celiacos comprueben la relación de ingredientes que figuran en el etiquetado.
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Jessica M. Puga
Jessica M. Puga
Los aceites deben renovarse y no compartirse con los productos con gluten. No vale, tampoco, eliminar el ingrediente con gluten de un plato una vez elaborado para ofrecérselo a un celiaco. Para los rebozos, los enfermos pueden usar harinas y/o pan rallado sin gluten y también copos de puré de patata, que servirán además para espesar salsas.
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