Por qué es importante el pescado en la dieta de un niño

Una de las peleas que suele haber en los hogares en los que hay niños es a la hora de comer y más, cuando hay pescado en el plato. Las espinas, su sabor muy insípido o fuerte dependiendo del tipo o su textura, hace que a los pequeños de la casa les cueste más comerlo que la carne.

Sin embargo, su consumo es muy importante en esas edades por la cantidad de nutrientes beneficiosos que les aporta. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda consumir entre 3 y 4 raciones semanales de este producto procedente del mar.

El pescado es un alimento muy completo tanto por la cantidad de nutrientes que contiene, como por su calidad. Una ración de 100 gramos aporta más del 50% del requerimiento de proteínas diario recomendado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas). Pero además, contiene minerales como el fósforo, el calcio, el yodo o el hierro; y vitaminas como la D o algunas del grupo B como la B12.

También contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 que tienen muchos beneficios, destacar el ácido docosahexaenoico (DHA) que contribuye al desarrollo visual de los niños hasta los 12 meses de edad, incluso es beneficioso a través de la ingesta materna al contribuir al desarrollo del cerebro y de los ojos del feto o del lactante que consume leche materna.

A pesar de su relevancia, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2021 en España se consumió un 8,4% menos de pescado que el año anterior, se calcula que cada español ingirió unos 22,72 kilos de productos de pesca durante el año. Eso sí, la buena noticia es que Asturias es una de las comunidades autónomas con un mayor consumo de pescado per cápita, superada solo por el País Vasco.

En general ingerir pescado es muy saludable, sin embargo, los de gran tamaño pueden contener mucha cantidad de mercurio y por ello hay que consumirlo con moderación.

De hecho, según la AESAN, es mejor que los menores de 10 años, pero también las mujeres embarazadas o las madres en periodo de lactancia, no coman las especies que pueden contener una mayor cantidad de este contaminante medioambiental.

En concreto, los pescados con los que se debe tener especial cuidado son el emperador o pez espada, el atún rojo y el tiburón conocido también como cazón, marrajo, pintarroja o tintorera. Todos ellos por su tamaño pueden acumular una mayor cantidad de este mineral que puede ser muy perjudicial para la salud humana.

Sabiendo lo beneficioso que es para ellos, como padres se debe hacer todo lo posible para que lo consuman aunque esto, en muchas ocasiones, pueda ser una tarea bastante complicada. Vamos a ver algunas ideas para conseguir que forme parte de su menú sin que esto suponga una pelea.

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