-k6uB-U1601161381271GS-1968x1216@El%20Comercio.jpg)
-k6uB-U1601161381271GS-1968x1216@El%20Comercio.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Esta semana conocíamos el nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en el que aseguraban que la magnitud del impacto que está teniendo el calentamiento global sobre el planeta es abrumadora y supera a las estimaciones previas. Ninguna de las advertencias que hacen los expertos nos pilla de sorpresa, llevamos años escuchando los efectos que nuestros estilo de vida está causando en la tierra sin tomarlos en serio, sin embargo, en esta ocasión han subido el nivel de alerta y ya no hay excusa.
Son muchas las cosas que se deben hacer a nivel global, pero también son varias las acciones que cada uno puede poner en práctica individualmente, vamos a recoger algunas de ellas.
Esta es una de las principales y con la que, además de ayudar al planeta, estarás ayudando a tu bolsillo. El precio de la luz está disparado y sobre la mesa está la incertidumbre de cómo puede afectar el conflicto entre Rusia y Ucrania a los precios del gas y la luz, por ello hacer todo lo posible para reducir el consumo de energía en casa es una gran idea.
Son muchas las acciones que se pueden poner en práctica para hacerlo, algunas de ellas son olvidarnos del consumo de energía fantasma, es decir, la opción 'stand by' que tienen muchos electrodomésticos; analizar cada día las mejores horas para utilizar la lavadora, la secadora o el lavavajillas que consumen más; desenchufar siempre los cargadores de móviles y otros aparatos cuando no se estén utilizando y, por supuesto, apagar siempre las luces y utilizar las menos posibles.
Dale una segunda vida a todo lo que se pueda reutilizar. Piensa si se le puede dar otro uso o, en el caso de que no lo veas, siempre que esté en buen estado ponlo a la venta en mercadillos o aplicaciones de segunda mano para que otra persona puede disfrutarlo. También puedes apostar por estas opciones a la hora de adquirir algo o, plantearte la idea de alquilarlo si lo necesitas para pocos usos.
Apuesta por productos que tengan poco embalaje o por contenedores grandes donde entre más producto. Siempre será mejor una botella grande que 2 pequeñas.
Lleva tus propias bolsas para hacer la compra en el supermercado e incluso, para coger la fruta. Es muy buena idea también comprar al peso que cosas que vengan envasadas.
Compra productos de proximidad y de temporada para que no tengan que ser transportados y, por lo tanto, aumenten las emisiones.
Aumentar el consumo de verduras, frutas y hortalizas cuya producción es menos contaminante y si son bio, es decir, que no se utilizan pesticidas ni productos químicos mejor.
Párate a pensar si necesitas algo realmente antes de comprarlo. Apostar por el minimalismo y evitar caer en el consumismo es una de las mejores opciones que puedes tomar para el planeta, pero también para ti mismo. Tener menos cosas es beneficioso para la mente y nos hace vivir más relajados.
El agua es un bien tan necesario como escaso y es muy importante consumir la justa. Cierra el grifo cuando te lavas los dientes, apuesta siempre por una ducha rápida en lugar de un baño y, siempre que puedas evita el agua caliente, hay que consumir mucha energía para calentar el agua.
Cada vez las energías renovables van ganando terreno entre la sociedad. De hecho, desde el gobierno se han propuesto ayudas para poner paneles solares o el 'Plan Move' para pasarse al coche eléctrico.
Cada árbol puede absorber hasta una tonelada de CO2, por eso, los bosques son vitales. Evita cualquier acción que pueda provocar un incendio; no tires desperdicios en él, incluso, si puedes llevar una bolsa cuando vas de excursión y recoger lo que encuentras, mejor; súmate a las plantaciones de árboles organizadas que suele haber, son muchas las opciones que hay para protegerlos y cuidarlos.
Sustituye las bombillas tradicionales o halógenas por las e bajo consumo. De primeras puede parecer un gasto porque son más caras, pero según la Comisión Europea, una de ellas puede reducir hasta 60 euros los gastos en electricidad ya que es más económica a lo largo de su vida. Además, reduce más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año.
Todo a lo que no puedas darle una segunda vida, recíclalo. El plástico, el vidrio, el cartón... Por ejemplo, reciclar una lata de aluminio puede ahorrar el 90% de la energía necesaria para producir una nueva.
No hay excusa, son muchas las opciones que están en tu mano para cuidar nuestro entorno y, en este caso sí, cada grano de arena cuenta. Es algo que debemos poner en práctica de manera individual y que es imprescindible que transmitamos a los que vienen detrás que también van a jugar un papel importante en esta «lucha». Una reflexión para acabar: «Todos hablan sobre como dejar un menor planeta a nuestros hijos, pero deberíamos intentar dejar mejores hijos para nuestro planeta».
Publicidad
Jessica M. Puga | Gijón y Samantha Acosta
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.