Cómo protegernos bien del sol

Tomar el sol es muy sano y no debemos escondernos de él. Son muchos los beneficios que puede aportar como aumentar la serotonina, conocida como hormona de la felicidad o, el más importante, produce vitamina D. De hecho, el 90% de esta vitamina se obtiene por la exposición solar y solo un 10% se puede adquirir a través de la alimentación.

La vitamina D es fundamental para el ser humano ya que ayuda a prevenir la osteoporosis, refuerza el sistema inmunológico en el que juega un papel esencial de la misma manera que en el muscular y el nervioso, es buena para controlar la hipertensión y mejora afecciones de la piel como la psoriasis o el acné.

Simplemente por este motivo debemos tener la exposición solar muy presente pero de manera segura.

Los expertos alertan que exponerse al sol sin suficiente protección puede entrañar grandes riesgos para la salud como cáncer de piel, envejecimiento prematuro o daños oculares. Solo en 2022, según estima la Sociedad Española de Oncología Médica, se diagnosticaron más de 7.400 nuevos casos de melanoma en nuestro país y, según el Institut Català d'Oncologia, más del 80% de los casos de melanoma se podían haber prevenido porque la mayoría está relacionado con episodios de quemaduras solares acumulados a lo largo de la vida.

Aunque cada vez somos más conscientes de la importancia de utilizar protector solar, todavía un 45% de españoles solo lo utiliza cuando se va a exponer directamente al sol en la playa o la piscina, según una encuesta llevada a cabo por la plataforma online TopDoctors.

Una cifra que, en el caso de las mujeres menores de 30 años es superior a la mitad de las encuestadas y es que muchas de ellas, el 40% en concreto, tienen como prioridad física broncearse este verano, un dato que disminuye al 19% en la población general.

Un resultado positivo es que un tercio de los españoles ya utiliza protección solar en la cara durante todo el año y el 15% con factor máximo, y es que no hay que dejar de lado que la luz azul de las pantallas de los dispositivos electrónicos también pueden dañar la piel y la vista.

En primer lugar debemos dejar de lado la idea de protegernos solo al ir a la playa o a la piscina. Un día de sol caminando por la calle podemos quemarnos la cara o los hombros, si llevamos una prenda de tirantes.

Es importante utilizar una crema de calidad y el factor solar adecuado. Las pieles más claras necesitarán factores más altos que las que son más morenas, por ejemplo.

El doctor Juan Ferrando Barberá, especialista en Dermatología, codirector del Gabinete Dermatológico en Barcelona y miembro de TopDoctors recomienda «aplicar el filtro solar 15 minutos antes de tomar el sol  pues éste debe de hacer química  con la piel para actuar» algo que muchas veces olvidamos y lo ideal «es el sol natural con  exposiciones paulatinas», sobre todo al principio.

Tomar el sol está bien, ya se han comentado sus beneficios, pero las exposiciones no deben ser prolongadas, los expertos suelen recomendar estar como máximo unos 30 minutos y después, refugiarse en la sombra.

Todo el año pero en verano más si cabe, la crema hidratante juega un papel fundamental. Ayuda a prevenir la sequedad que tanto el sol como, el mar o el cloro de la piscina pueden provocar en ella.

Otra opción interesante según Barberá son las cápsulas para potenciar el bronceado «muchas de ellas inclusive  previenen de quemaduras solares».

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