Ir caminando al colegio bueno para la autoestima y el rendimiento escolar

Con el arranque del nuevo curso las familias comienzan a organizar de nuevo sus rutinas y es, precisamente este momento, aprovechando que coincide al con la Semana Europea de la Movilidad que se celebra del 16 al 22 de septiembre, el que los pediatras aprovechan para lanzar un mensaje: ir caminando al colegio es una muy buena opción.

Siempre que sea posible,los pediatras recomiendan ir andando hasta el centro escolar ya que «la marcha rápida disminuye los valores de presión arterial, optimiza la capacidad de regulación de los niveles de azúcar de la sangre mejorando la sensibilidad a la insulina y ayuda a prevenir y reducir el sobrepeso y la obesidad, tan prevalentes en la población pediátrica».

Estos son los beneficios físicos pero desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), resaltan que incorporar este hábito saludable a las rutinas de los menores, tiene un impacto muy positivo en su salud mental. El doctor Julio Álvarez-Pitti, coordinador de su Comité de Promoción de la Salud, señala que «esta práctica permite a los niños mejorar su orientación y su concentración –y, por ende, el rendimiento escolar-, aumenta su autoestima, reduciendo el riesgo de depresión y ansiedad, desarrollan mayor autonomía, contribuye a potenciar las relaciones con su familia y con la comunidad y ayuda a los niños a ser conscientes de su entorno, desde descubrir las estaciones, hasta conocer las características de las calles de su barrio».

Un efecto muy positivo físico y mental para los menores pero también importante para el medio ambiente, para cuidar nuestro entorno. No utilizar el transporte en un desplazamiento como ese reduce la emisión de CO2 y como recuerda el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, «los niños son más vulnerables a la contaminación atmosférica urbana por respirar mayores volúmenes de aire por kilo de peso que los adultos».

Precisamente el doctor Ortega relaciona una cosa con la otra y advierte que «la contaminación atmosférica urbana se asocia significativamente con disminución del rendimiento académico, memoria de trabajo, atención y empeora la función pulmonar en los niños. No es solo una forma de cuidar el planeta, sino también la salud de nuestros hijos».

El simple hecho de incorporar el hábito de ir caminando cada día al colegio, siempre que sea posible, es una de las acciones en esta etapa de la vida que ha demostrado tener un mayor impacto en la actividad física de los niños. Y es que, caminar un kilómetro al día supone realizar hasta dos terceras partes de la actividad física diaria recomendada para los menores.

Hay que tener presente que la recomendacion de actividad diaria para los pequeños es realizar al menos 60 minutos de actividad física moderada-intensa, de forma regular, pero para que sea eficaz «es necesario hacerlo con una intensidad y una frecuencia determinada, que en muchos casos no se cumple», recuerdan.

De hecho, fomentar la actividad física es una de las líneas estratégicas del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030) que presentó el Gobierno de España para tratar de reducir la incidencia de esta enfermedad hasta un 25% en la próxima década.

«Esta necesidad de fomentar la actividad física en los niños y adolescentes a través de iniciativas como ir andando a la escuela, ya ha sido demandada por la AEP y por las demás sociedades médico-científicas que participaron en la elaboración de este plan. Desde la Asociación colaboraremos en todo lo posible, y animamos a las instituciones a ponernos juntos manos a la obra», concluye el coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la AEP.

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