Seis alimentos que no deben faltar en la dieta en verano

La llegada del calor afecta a la alimentación, las personas suelen tener menos apetito y por lo tanto comer menos. Pero no sólo esto, el tipo de platos que se preparan también varía. Normalmente se opta por ensaladas, cremas frías o platos frescos, pero también es importante prestar atención a los nutrientes.

Alimentos que sean saciantes e hidratantes a la vez. Esa es una de las principales claves porque la deshidratación es uno de los mayores riesgos a los que nos enfrentamos con la llegada de las altas temperaturas y, combatirla a base de agua puede que no sea suficiente.

Vamos a ver algunos alimentos imprescindibles para consumir en verano que aportan frescura, hidratan y están cargados de nutrientes.

Esta verdura tan refrescante y perfecta para añadir en ensaladas es una gran fuente de betacaroteno, magnesio, potasio y sílice, así como de vitaminas C, K y B5. Es un buen aliado para ayudar a bajar la presión arterial y para mantener la piel hidratada, de hecho, todos tenemos en la cabeza la imagen de una mujer con unas rodajas de pepino en los ojos. Es una buena solución para reducir su enrojecimiento e hinchazón.

Además de añadirlo a ensaladas, se pueden colocar en agua para darle un toque de sabor a la bebida e incluirlo en cremas frías. Antes de consumirlo es importante lavarlo bien porque lo ideal es comerlo directamente con la piel y las semillas ya que es donde están sus mayores aportes nutricionales.

Uno de los productos estrella del verano porque son el ingrediente principal del gazpacho y el salmorejo, dos platos que suelen estar presentes a menudo en las mesas de todos los hogares españoles durante la época estival.

Un tomate mediano crudo, añadido en una ensalada puede aportar hasta el 40% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C y el 20% de vitamina A. Además de estas dos vitaminas, también son una fuente de vitamina E, ácido fólico y potasio, si le sumamos que tienen propiedades antioxidantes, antitrombóticas, antiinflamatorias y que son potencialmente anticancerígenos, no cabe duda que son una gran elección para incluir en la dieta veraniega.

El conocido gazpacho es una buena opción para consumirlos pero también quedarán perfectos en cualquier ensalada, incluso solos con un poco de aceite, orégano y sal. Si el tomate es bueno, son una delicia.

Rica también en betacaroteno, muy importante en estas fechas ya que su acción antioxidante puede ayudar al cuerpo a protegerse de la exposición a los rayos ultravioletas, la sandía es una de las frutas menos calóricas que hay. Está compuesta de un 91% de agua por lo que es muy hidratante y aporta 22 calorías por cada 100 gramos aproximadamente.

La sandía es un postre ideal para consumir en esas fechas, sobre todo si se guarda en la nevera para que refresque más si cabe. También se puede incluir en ensaladas o hacer brochetas combinándola con otras frutas.

Otra fruta típica de esta época es el melón. Rico en potasio, calcio, magnesio y fósforo también aporta betacarotenos por lo que al consumirlo nos beneficiaremos de su acción antioxidante. Al igual que la sandía, es una fruta rica en agua y con un aporte calórico muy bajo.

El melón es perfecto para tomar de postre pero también es muy típico consumirlo de primer plato mezclado con jamón o incluso, en crema fría.

El salmón, la sardina, el boquerón… El pescado azul es una fuente inmejorable de ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3, un tipo de grasas que aunque contienen muchas calorías son imprescindibles para que la piel se mantenga sana e hidratada, algo que cobra relevancia en estas fechas. Este tipo de ácidos grasos ayudarán a que la piel sea más resistente a los efectos nocivos del sol e incluso a prevenir manchas y el envejecimiento prematuro de la piel.

Además de para la piel, también se les asocia con tener una función preventiva frente a la degeneración macular del ojo, una lesión irreversible que va asociada a la edad y a la acción del sol.

Hay otros alimentos ricos en ácidos grasos insaturados como el aceite de oliva, el aguacate, las nueces o los vegetales de hoja verde que también son muy recomendables.

Hay a quien le chocará ver este producto en la lista porque parece asociarse más a los guisos invernales, sin embargo, el garbanzo en particular y las legumbres en general, son mucho más versátiles de lo que la gente cree. Cocerlos y tomarlos frescos en ensalada o incluso, como 'snack' puede ser una buena solución para mantener su ingesta durante los meses de calor.

Los garbanzos, así como el resto de legumbres, son antioxidantes y aportan vitaminas B, ácido fólico, calcio, hierro, potasio y proteínas. Por otro lado, también contienen niveles altos de fibra soluble muy beneficiosa para la salud cardiovascular, para regular el azúcar en sangre, controlar los niveles de colesterol e incluso, para la pérdida de peso.

Estos son algunos alimentos imprescindibles pero como siempre, lo ideal es apostar por una dieta equilibrada en la que las verduras y frutas sean gran parte de la misma pero sin dejar de lado proteínas, cereales y lácteos.

• Temas
• Alimentación
• Dietética y nutrición