La Guardia Civil decomisa 79 test rápidos de COVID-19 en una carnicería de Gijón

La intervención de los agentes de la Comandancia de Gijón tuvo lugar a finales de la semana pasada, después de que tuvieran conocimiento de que el negocio de alimentación tenía a la venta los test rápidos de coronavirus.

En la inspección que llevaron a cabo en la carnicería comprobaron la existencia de un cartel informativo en la entrada y, ya en el interior, se incautaron de forma cautelar un total de 79 test de una marca italiana. «Conviene señalar que las comprobaciones realizadas por los agentes, tanto con la empresa fabricante como con la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios, permitieron establecer que los test estaban homologados y eran distribuidos en España de acuerdo a los requisitos establecidos, sin que se pusiese en peligro la salud de las personas», aclaró ayer la Guardia Civil en un comunicado.

Los test fueron requisados y se encuentran en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, que los ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias.

Durante su inspección, según explicaron ayer fuentes del instituto armado, también se pudo comprobar que en dicho comercio se vendían mascarillas quirúrgicas -a ocho euros la caja de seis unidades- y del tipo FFP2 -a un precio de 6,95 la unidad-, así como gel hidroalcohólico.

La orden ministerial del 13 de abril que presuntamente incumplió el comercio gijonés establece que cualquier entidad, pública o privada, que adquiera test rápidos de diagnóstico debe ponerlo en conocimiento de la autoridad sanitaria competente. Por otro lado, el decreto ley 1/2015 de 24 de Julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, prohíbe su venta en establecimientos que no han sido debidamente autorizados y vender productos sanitarios sin exigir la correspondiente prescripción cuando es obligatorio.