La Policía desaloja áreas públicas por toda Asturias

Las actuaciones se han sucedido a lo largo de toda la región obligando incluso a cerrar parques y áreas de recreo ante el incumplimiento de los ciudadanos. Ciclistas, corredores y paseantes han sido los primeros sorprendidos que se han encontrado con los agentes que, por el momento y salvo resistencia, solo están advirtiendo a los ciudadanos que deben permanecer en sus casas. Los agentes de las policías locales, Policía Nacional y Guardia Civil se han desplegado en las zonas más sensibles, tanto en las ciudades como en carreteras. Así, por ejemplo, se han establecido controles en la salida de Asturias hacia León por autopista.

Es el caso de Oviedo, donde cientos de ciudadanos han tenido que ser advertidos por los agentes locales. La Policía Local ha tenido, incluso, que cerrar parques como los de La Rodriga o de Monte Alto tras constatar que, pese a las advertencias y a haber despejado ambas zonas verdes, los vecinos volvían a pasear por ellas, incluso en grupos. También en el parque de Invierno y en la pista finlandesa, los policías han tenido que mandar de vuelta a sus casas a decenas de 'runners' y ciclistas. Pese a que el decreto, faculta a sancionar el quebrantamiento del estado de alarma con multas de 100 a 100.000 euros, «no se ha querido sancionar hoy, porque hay bastante desconocimiento», señalaron fuentes de la concejalía de Seguridad Ciudadana.

Propuesta de sanción sí se llevarán los dos bares que incumplieron la orden de cierre anoche: uno en la plaza de Trascorrales y otro frente a Las Pelayas, en la calle San Vicente. En este último caso, su propietario acabó detenido por la Policía Nacional después de desobedecer por dos veces el cierre ordenado por la Policía Local. La noche fue animada. Los agentes fueron comisionados a disolver un botellón en Las Campas, varias fiestas en viviendas y cierto jolgorio en un locutorio. Uno de los presentes en este último fue denunciado por conducir sin permiso.

La Policía Local está utilizando en determinadas ocasiones la megafonía para advertir a la gente de que debía cumplir con el confinamiento. Además, ha comprobado que los locales con autorización para abrir están siguiendo las recomendaciones sanitarias de forma correcta.

En Gijón esta mañana varias patrullas recorrieron la ciudad. Pese a que buena parte de las calles lucían desiertas, a media mañana se contabilizaba ya más de medio centenar de personas apercibidas por no estar cumpliendo con lo dictado. Todas las zonas de la ciudad están siendo objeto de vigilancia policial. De hecho, los agentes han tenido que personarse en zonas habituales de paseo como El Muro, la playa o Poniente para recordar a los ciudadanos que por seguridad deben seguir las indicaciones del estado de alarma.

En la ciudad de Avilés tuvo que dar aviso a varios vecinos de la ciudad que paseaban durante esta mañana por los parques y las calles del casco antiguo. La mayoría de las personas que se saltaron el periodo de confinamiento lo hicieron para moverse por los jardines del parque de Ferrera, un espacio que por el momento continuará abierto, ya que no hay orden municipal para proceder a su cierre. La presencia por las calles fue menor que en cualquier otro domingo, aunque desde la Policía Local recuerdan que solo se puede salir para lo estrictamente necesario.

En Cangas del Narcea, la Policía Local tuvo que recordar a un deportista que no se pueden practicar este tipo de actividades al aire libre. Además, advirtió a dos personas mayores que se encontraban sentadas en un banco, que debían regresar a sus casas. Hoy, de momento, los agentes sólo han ofrecido información y no ha habido sanciones. En Valdés, un hostelero se ha negado a cerrar las puertas de su bar por lo que los agentes de la Policía Local han tomado sus datos y será notificado. El alcalde, Óscar Pérez, recuerda que «no hay margen para la desobediencia». «Castigar a los irresponsables es respetar el esfuerzo de los vecinos responsables», remarca.

En Mieres La Guardia Civil controla los vehículos que circulaban por la AS-66 a su paso por Mieres dirección Langreo y Oviedo. Los agentes piden a los conductores que se identifiquen y justifiquen a donde se dirigen, al mismo tiempo que recuerdan que la circulación está restringida y que sean responsables

También en la comarca oriental el contraste respecto a días anteriores era esta mañana enorme, con calles y carreteras prácticamente vacías, al igual que sucedía con algunos de los puntos turísticos más visitados, como el Puente Romano de Cangas de Onís, el Santuario de Covadonga, el mirador del Fitu en Parres, el centro de Llanes o la playa riosellana. Tanto agentes de las diferentes policías locales como de la Guardia Civil, debidamente pertrechados con los elementos de protección, se están encargando desde primera hora de controlar que la ciudadanía cumple con las medidas impuestas por el estado de alerta, sin que por el momento se haya registrado ningún incidente reseñable. «Por la mañana, pronto, sí que hubo algunas personas que no tenían muy claro en qué consistían las restricciones y salieron a pasear, pero en seguida los agentes les mandaron de vuelta para casa sin problemas y ahora no hay nadie por la calle», explica el alcalde de Ribadesella, el socialista Ramón Canal.

Las pocas personas que salían a la calle en localidades como Llanes, Arriondas y Cangas de Onís lo hacían exclusivamente para comprar el pan o la prensa del día, entrando de uno en uno a los establecimientos y guardando las distancias en el exterior. Sí hubo, no obstante, alguna persona que lamentó el hecho de haberse encontrado con «más de una persona mayor paseando tranquilamente, cuando ellos son quienes más riesgo corren».