El refuerzo de la presencia policial evita nuevas aglomeraciones

El refuerzo de la presencia policial en las zonas de mayor tránsito de las ciudades también ayudó a mejorar la situación, si bien los agentes siguieron detectando y sancionando una jornada más incumplimientos de los marcos horarios de desescalada por grupos de edad. Si el primer día las fuerzas de seguridad fueron más benévolos y pedagógicos hoy no dudaron en pedir el DNI y preguntar a los ciudadanos por su domicilio ante la más mínima sospecha de incumplimiento de los límites horarios marcados por el Gobierno central.

En Gijón todo el paseo del Muro y la playa de San Lorenzo fueron perfectamente transitables entre las seis y las diez de la mañana. Volvieron a coincidir en ese espacio muchos deportistas (corredores y ciclistas sobre todo) y gente común paseando, un buen número de ellos con sus perros, pero nada que ver con el movimiento y concentración del sábado que recordaba a las fechas de la Semana Grande. Los surfistas, aunque la mar estaba otro día más como un plato, volvieron a hacer acto de presencia en el principal arenal gijonés pero en menor número que el primer día.

Relacionado con el deporte de la tabla surgieron algunos problemas en San Lorenzo en la franja de horario infantil. Según se quejan algunos padres, algún policía local puso impedimentos a sus hijos para meterse en el agua cuando el sábado otros agentes sí se lo habían permitido. El concejal de Deportes, José Ramón Tuero, terció hoy en esta polémica y opinó que los niños sí pueden practicar surf «si cumplen la regla de los cuatro unos». «Entiendo que sí pueden hacerlo aquellos niños que vivan a 1 kilómetro de la playa, si van con un adulto (entre las 12 y las 19 horas) y una vez al día y una hora como máximo». «Pero viviendo a un kilómetro de la playa y una hora de tiempo en el agua», subrayó.

Otras zonas frecuentadas por deportistas y paseantes como el parque fluvial y los paseos de las playas de Poniente y El Arbeyal también registraron menor afluencia, con lo que fue mucho más fácil mantener la distancia de seguridad que el sábado. Los grupos políticos gijoneses apelan, en su mayoría, a la responsabilidad individual para que no se vuelvan a repetir alarmantes escenas como las del pasado sábado en el Muro.

79 sancionados en Gijón el sábado

Aunque pudiera parecer que iba a suceder lo contrario, las sanciones no se dispararon el pasado sábado en Gijón. La Policía Local sancionó a 79 personas, 60 hombres y 19 mujeres durante el primer día de desconfinamiento general. La mayoría de edades comprendidas entre lo 21 y los 50.

En Oviedo, las imágenes de aglomeraciones de deportistas y paseantes han vuelto a repetirse desde primera hora de la mañana tanto en el Parque de Invierno como en la Pista Finlandesa. «No todos, pero hay bastantes ciclistas que van demasiado rápido en un sitio en el que hay mucha gente», ha lamentado Clarisa González acerca de la escasa distancia de seguridad que no se pudo guardar durante algunos momentos.

Sin embargo, a las 10, la Policía Local, que ha reforzado su presencia en los puntos conflictivos ha desalojado los parques para el turno de los mayores. «Hemos comprobado que la gente cumple bastante bien las franjas horarias. Primero los adultos, luego los mayores de 70 y después los niños», ha explicado el concejal de Seguridad Ciudadana a este diario. A tenor de las propuestas de sanción del primer día desconfinamiento por franjas horarias, apenas ocho, la labor de los agentes estas primeras jornadas se está limitando a «dar recomendaciones».

En efecto, a las 10 de la mañana el Campo de San Francisco ha sido el punto de referencia para los mayores de 70 años. Quien ha querido más espacio y seguridad, ha buscado callejear por el centro. En la calle Uría, una pareja ha advertía el incremento de personas en esa franja horaria. «Paseamos por la Pista Finlandesa desde hace años pero no queremos ir donde haya mucha gente», han sostenido Nedi González y José Luis Rodríguez de 70 y 74 años.

Las calles de Avilés han amanecido mucho más tranquilas en la segunda jornada de desescalada. Los deportistas volvieron a ser los primeros en salir de casa y zonas como el paseo de la ría o el parque de Ferrera fueron de nuevo las más transitadas ya desde primera hora, aunque se vivió un ambiente mucho más pausado y con menos afluencia que ayer. «Parece que ayer la gente salió a la calle como loca porque era el primer día, pero hoy tiene nada que ver y la verdad es que se agradece», reconocía a las siete y media de la mañana Luis Suárez, un ciclista que eligió la avenida de Conde Guadalhorce para hacer su ruta.

Lo que todavía no tienen muy claro los avilesinos son las normas que deben de seguir para transitar por la vía pública con seguridad. Hoy ha vuelto a ser habitual ver a peatones circular por la acera equivocada sin seguir las recomendaciones dictada por el Ayuntamiento de pasear siempre por la parte derecha de las calles. También hubo despistados en el paseo de la ría, donde se ha habilitado la margen izquierda para peatones en doble sentido y la margen derecha para bicicletas. «Han pintado flechas en el suelo y la Policía Local ha puesto señales para cortar el paso de las bicis, pero muchos ciclistas no las ven o las ignoran y es una irresponsabilidad», denunciaban a eso de las nueve y media de Felisa y Ana Hevia, dos hermanas que eligieron la senda fluvial para dar un paseo.

El parque de Ferrera también presentaba un aspecto mucho más tranquilo que ayer. Hubo afluencia de corredores «pero al menos hoy no nos tenemos que ir esquivando a la gente», celebraban algunos. El pulmón verde de Avilés también tiene restricciones de uso. Se debe circular siguiendo el sentido de las aguajs del reloj, pero sigue siendo habitual escuchar a algunos vecinos recriminar a otros que no cumplen esta norma.

Si la primera franja horaria fue más tranquila que el sábado, a partir de las diez de la mañana se notó mucho más la diferencia y reinó la calma durante el tiempo reservado para las personas de más de 70 años. El parque de Las Meanas y la explanada de la Exposición fueron los espacios preferidos por los mayores para dar pequeños paseos y sentarse al sol en los bancos. «Hay que descansar cada poco porque el cuerpo ya no está en forma», confesaba Lorenzo Álvarez, de 81 años, mientras leía el periódico y charlaba con algunos conocidos a distancia.