Alfred Nobel, creador de la fundación que anualmente concede los Premios Nobel AP

El inventor de la dinamita que fundó los premios más prestigiosos del mundo

Hoy se celebra el aniversario de la muerte de un hombre que se declaraba pacifista al tiempo que se enriquecía con los explosivos

Ana Segura

Gijón

Miércoles, 10 de noviembre 2021, 14:22

«La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan ... realizado el mayor beneficio a la humanidad«.

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Es un párrafo en un testamento pero no un párrafo cualquiera. De su lectura nacieron uno de los premios más prestigiosos del mundo, que tomaron del apellido del legatario, Alfred Nobel, su nombre. El 10 de noviembre de 1986, el célebre químico e ingeniero fallecía. Era el nacimiento de una fundación destinada a ensalzar la física, la química, la literatura, la medicina y la paz.

La relevancia de esta obra póstuma ha empeñado la importancia de su propia vida en la que registró nada más y nada menos que 335 patentes. Hablaba cinco idiomas -sueco, ruso, francés, inglés y alemán-y, de entre todos sus inventos, quizás el más relevante fue la dinamita.

Ya su padre, propietario de una fábrica de explosivos, había creado minas y torpedos. A pesar de ello, se consideraba un pacifista. En su correspondecia señalaba que las armas tenían un efecto disuasivo mayor que las manifestaciones y las campañas por la paz.

«El día en que dos ejércitos se enfrenten y se aniquilen en uno al otro, estoy seguro de que todas las naciones civilizadas del mundo retrocederán con horror y desarmarán a sus tropas», defendía. No llegó a presenciar ninguna de las grandes guerras.

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A pesar de ello, amasó una importante fortuna con la fabricación y comercialización de su invento y de otros muchos más. Le obsesionaba mejorar la estabilidad de los explosivos después de que la tragedia golpeara a su familia.

Su hermano falleció junto a otras cuatro personas en una de las factorias familiares en las que se trabajaba con la peligrosa nitroglicerina, que él mismo había traido tras coincidir con su inventor, Ascanio Sobrero, en París. Así inventó la dinamita.

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