Alejandra Lavandera atiende en la panadería artesanal Koleff-Álvarez, en Gijón. ARNALDO GARCÍA

Coronavirus | «Asturias entera está dando ejemplo de civismo»

«Salir vamos a salir de esta. Nos hace falta estar más unidos que nunca y seguir siempre las indicaciones de los expertos

PABLO A. MARÍN ESTRADA

GIJÓN.

Martes, 24 de marzo 2020, 01:33

Al otro lado del mostrador de la panadería artesanal Koleff-Álvarez y del banco que en la puerta impide la entrada, sirviendo a su vez de bastidor en el que depositar los productos que se sirven al cliente para que él mismo ... los recoja y coloque el dinero en una bandeja, Alejandra Lavandera, dependienta del obrador, al responder sobre cómo vive a pie de calle la situación de emergencia sanitaria, antes de detallar el día a día en su trabajo, nos sorprende recordando a Jovellanos. «Me gusta mucho esa frase de él que hay en la plaza 6 de Agosto y que dice que la sociedad es una gran compañía en la que todos deben poner sus fuerzas y sus luces para el bien de los demás. Está muy bien puesta ahí y creo que es algo que tendríamos que tener en cuenta ahora», afirma tras su mascarilla.

Lleva dos años en el establecimiento, situado en la Avenida Gaspar García Laviana, la arteria que cruza un barrio «donde todo el mundo se conoce, abunda la clientela fija y claro, observas los cambios que se han producido estos días, cómo la gente se va organizando para no tener que acudir a diario: muchos compran solo un par de veces a la semana y lo congelan. La rutina habitual ha cambiado, pero las ventas se mantienen. Los primeros días de cuarentena la gente compró mucho, ahora ya sabe que el pan no se va acabar y se está normalizando». Los principales cambios que ha notado han sido «en la afluencia, antes se centraba bastante en los horarios de los colegios y también en la gente que normalmente viene de otras zonas de la ciudad por nuestros productos específicos», señala. Además de la mascarilla, explica que usa «doble guante y otros desechables. Al cliente se le sirve el pan en una funda de papel y lo recoge él en el banco. No puede entrar nadie y una puerta corredera cerrada nos separa del obrador y no entramos salvo que sea necesario. Allí ya habitualmente se trabaja con las medidas higiénicas que tomamos en el despacho».

Del comportamiento de los clientes y el que observa a través del escaparate, opina que «Gijón y toda Asturias están dando un ejemplo de civismo. Por la mañana ves que salen a comprar, pero luego todo el mundo en casa. Es lo que hay que hacer y seguir las indicaciones de los expertos. En general la sociedad tiene que cuidarse porque somos todos, como decía Jovellanos. Si queremos cuidarnos unos a otros nos necesitamos y ahora más», apunta. En su vida personal admite que «desde que salgo de casa con la mascarilla y los guantes sé que en este trabajo, aunque se tomen todas las medidas de protección y de distancia, estás expuesta. Es inevitable pensarlo, pero la vida sigue». Algo de lo que no alberga ninguna duda es de que: «Salir vamos a salir de esta y nos hace falta estar más unidos que nunca».

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