Qué es la alopecia femenina y cómo detectarla

El presentador Chris Rock comparó el cabello corto de Jada Pinkett Smith en la gala de los Oscar con el personaje de cabellera rapada de Demi Moore en la película de 1997 'G.I. Jane' ('La Teniente O'Neil' en España), algo que no sentó bien a su marido, a pesar de que Jada ha decido convivir con la alopecia, seguro que no ha sido un proceso sencillo y no es la única mujer que se ve obligada a afrontar algo así.

Conocida por ser Niobe en las películas de Matrix, la mujer del protagonista de 'El método Williams' viene desarrollando su carrera como actriz desde hace años. Ya había revelado hace unos años que padecía una rara enfermedad y en diciembre de 2021 reconocía en su cuenta de Instagram que tenía alopecia

Porque la alopecia femenina va más allá de la cuestión estética, es un problema que tiene una importante carga emocional y social. Hay que tener en cuenta que uno de cada tres pacientes de trasplante capilar en España es mujer.

Visto así es evidente que la alopecia es un problema que afecta a millones de personas en todo el planeta, de hecho, las cifras dicen que del total de personas que se realizan un trasplante capilar en el mundo, algo más del 14% son mujeres. Es más, las estimaciones en nuestro país indican que hasta el 30% de la población femenina española sufre algún tipo de alopecia a lo largo de su vida.

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Algunas de las causas más frecuentes para que esto ocurra vienen producidas por los desequilibrios hormonales, la aparición de anemia que provoca la falta de hierro o incluso el capital genético de cada una.

Casi el total de la población femenina se ve afectada por el afinamiento y la pérdida de masa capilar que se produce por el paso de los años. Es frecuente que la melena pierda densidad y se note menos poblada al tacto, y que el cabello se vea más fino y delgado de como estaba en la juventud o los primeros años de la edad adulta.

La buena noticia es que la alopecia femenina, en la mayoría de las ocasiones responde bien al tratamiento farmacológico oral e incluso al local sobre el cuero cabelludo, siempre en manos de profesionales de prestigio y tras un diagnóstico adecuado.

En el caso de las mujeres, la alopecia sigue un patrón más difuso cuando se desarrolla. Afecta inicialmente en la zona donde habitualmente llevamos la raya del pelo y posteriormente se va extendiendo por toda la zona superior del cuero cabelludo.

Es innegable que en los últimos años este problema ha aumentado entre la población femenina y muchos especialistas achacan el incremento al aumento de la carga de estrés que soportan muchas mujeres.

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Hay distintos tipos de alopecias en la mujer y habitualmente también plantean distintos tratamientos:

Alopecia Androgénica Femenina: Es la más frecuente pérdida de pelo en las mujeres afectando al 40% de las mujeres en algún momento de su vida. Suele ocurrir de los 15 a los 25 años y después de los 50 a los 55. Tiene un origen principalmente hormonal y genético.

Alopecia Ferropénica: Es la segunda que más se suele dar entre las mujeres, puede estar ocasionada por una dieta inadecuada, un trastorno en la síntesis del hierro o una pérdida excesiva de este mineral por causas que hay que descubrir de la mano de un especialista.

Alopecia por Enfermedades Endocrino-Metabólicas: Las alteraciones tiroideas, una dieta hipocalórica, déficits nutricionales, ingesta de distintos medicamentos o incluso por alteraciones inmunológicas.

Efluvio Telógeno o caída estacional: Es uno de los motivos más frecuentes de consulta a los dermatólogos y tricólogos en la mujer. Se trata de una caída de pelo en la que se pierden más cabellos de lo que sería lo normal. Suele tratarse de algo temporal, pero no está de más tomar medidas preventivas ante las primeras muestras.

Poco a poco con testimonios como el de Jada Pinkett-Smith se va normalizando esta condición y se van dando pasos también para superar el tabú del trasplante capilar en la mujer, aunque aún le queda mucho para estar tan normalizado como en los hombres, a pesar de que el impacto de la alopecia se sufre con mucha más intensidad en el caso femenino que en el masculino.