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Hermanos Pou

Los Pou se enfrentan a la parte más difícil de Peña Santa

Los hermanos alaveses, junto al argentino Kiko Cerdá, siguen avanzando en su apertura sobre los impresionantes 600 metros de vacío de la cara sur de Peña Santa

el comercio

Jueves, 3 de septiembre 2020, 10:26

Iker y Eneko Pou continúan inmersos en el gran reto del verano que se han propuesto en la imponente Cara Sur de Peña Santa de Castilla. Pero si hasta ahora se habían encontrado secciones muy difíciles en el séptimo grado, ahora mismo ... las dificultades han ascendido hasta el octavo, con lo que la marcha hacia la cumbre se ha ralentizado más de lo esperado.

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Hermanos Pou

Esta subida de dificultad ha venido dada por que los tres alpinistas han entrado en una zona desplomada al mismo tiempo que los agarres cada vez se han hecho más pequeños: «a más de 400 m del suelo nos hemos encontrado con un muro prácticamente liso que nos ha disparado las dificultades«, explican los hermanos alaveses a través de su cuenta de Instagram.

Kiko Cerdá subiendo con jumars la parte más desplomada.

Otro de los hándicaps importantes ha sido que, viendo la enorme dimensión de la montaña, no les ha quedado otro remedio que subir a vivaquear a la repisa que tienen a mitad de pared, teniendo que acarrear en sus petates, sacos, esterillas, comida, hornillo, agua, y, material de escalada, más de 100 kg, que los escaladores han ido izando durante 300 metros a través de un complejo sistema de poleas.

A favor están teniendo la calidad de la roca, una caliza gris excepcional, que solo puede ser comparable a nivel mundial, con la de su vecino, el Picu Urriellu, donde los Pou han hecho historia durante las últimas dos décadas.

La paliza es tan importante y el desgaste tan grande- con jornadas maratonianas que han alcanzado hasta las 18 horas consecutivas- que a medida que pasan los días, van perdiendo peso y energía de una manera irremediable.

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Eneko Pou preparando el rappel para bajar de la pared. Kico Cerdá

Pero a pesar de las dificultades y de todas esas horas de esfuerzo sin apenas descanso aseguran que continúan animados porque «si salvamos esta zona, la ventana hacia la cumbre quedará abierta». Y es que aparentemente (por lo que han visto con los prismáticos desde fuera), las dificultades decrecen paulatinamente desde esta sección más difícil en la que se encuentran, hasta la misma cima. Pero de momento este extremo es pura especulación, y no será hasta que superen la zona en la que se encuentran, cuando puedan comprobar si realmente estaban en lo cierto…

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